Jesús, Señor y Cristo

A este Jesús que Vosotros Crucificasteis, Dios ha Hecho Señor y Cristo


Los hechos del hombre y su aporte en el establecimiento de los Principados y Potestades en una región



Dios es el que juzga al justo: Y Dios está airado todos los días contra el impío. Salmos 7:11

Las Potestades y Principados demoniacos acantonados en una región habitada nunca operan en independencia de las gentes que viven en ellas, son los hechos de sus habitantes los que las convocan, conciertan con ellas y hacen que se establezcan en su región.

El caso que Jesús presentó acerca del espíritu inmundo que anda buscando reposo luego de salir de una persona,[1] nos demuestra, primero, que no son los lugares inhabitados los que los demonios buscan, que los demonios optan por vivir en los mismos asentamientos urbanos establecidos por el hombre; y, segundo, nos demuestra que las fuerzas demoniacas dependen del “hombre” para poder ejercer su dominio sobre la tierra; o mejor dicho, dependen de los hechos de éste, o éstos, para operar con derecho sobre la región.

¿Por qué son tan importantes los hechos de una persona? Los hechos de una persona son una extensión de la esencia de ella, son su definición y la característica de su ser. Los hechos de una persona son para sí lo que los frutos son para un árbol, es la parte de su naturaleza que lo hace ser “semejante” a Dios.

16Por sus frutos los conoceréis. ¿Cógense uvas de los espinos, o higos de los abrojos?…   20Así que, por sus frutos los conoceréis. Mateo 7:16—20

¿A qué se debe que los demonios dependen de los hechos del hombre para poder operar? El hombre no es semejante a Dios solo por su forma, ni solo por el soplo de vida que Dios puso en él; la semejanza de Dios en él consiste en su capacidad de “señorear” sobre todo lo creado. En el relato de su formación se destaca es que la razón de hacerlo a la imagen y semejanza del Creador es para que señoree sobre toda lo creado.

Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces de la mar, y en las aves de los cielos, y en las bestias, y en toda la tierra, y en todo animal que anda arrastrando sobre la tierra. Genesis 1:26

Adicionalmente, en el relato de cuando se le coloca en el Edén, se define que Adam es puesto en el huerto para que lo labrara y lo guardase,

Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y le puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase. Genesis 2:15

Los términos, labrar guardar, corresponden a las palabras עָבְדָהּ (a.bo.daj), y שָׁמְרָהּ (sha.me.raj) respectivamente, ambas en género femenino.

La primera palabra, labrar, es usada también en el libro de Números (4:35, 39 y 43), y en el primer libro de Crónicas (25:1), solo que en todos estos otros textos la palabra עָבְדָהּ (a.bo.daj) es traducida como ministrar, y/o, en el ministerio. La palabra es de uso exclusivo para definir el servicio de los levitas y cantores en el servicio dentro del Tabernáculo, y eventualmente, en el servicio dentro del Templo; el término es usado en los demás otros libros del Antiguo Testamento para referirse a una función sacerdotal.

Así que, la palabra עָבְדָהּ (a.bo.daj) del Genesis, traducida al español como labrar, no necesariamente tiene que ver con un trabajo “agrícola”, como lo sugieren la mayoría de las versiones; se refiere mas bien a una labor “protocolar”, de ordenación y regeneración, similar a la labor de un sacerdote dentro del Templo. Este es el valor de los “hechos” de un hombre.

Es la capacidad innata del hombre de “crear” y la de transformar su medio ambiente —sus hechos— lo que Satanás necesita de él para poder operar sobre la tierra. Satanás no tiene la capacidad de “crear”.

Y enemistad pondré entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar. Genesis 3:15

Los Principados y Potestades se ven atraídos por los hechos de las personas, son el “pararrayos” que los invita a estacionarse en un lugar; los hechos del hombre son el “alimento” que potencia la obra satánica sobre la faz de la tierra.

14Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida:…   17Y al hombre dijo: …   19 En el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra; porque de ella fuiste tomado: pues polvo eres, y al polvo serás tornado. Genesis 3:14—19

No nos referimos a pactos con Satanás, nos referimos a “actos”, la totalidad de los actos del hombre. En el dialogo entre Dios y Caín, luego de que junto a Abel presentaron ofrenda a Dios, Dios le descubre a Caín que los actos de una persona son los que determinan que éste se acerque a Dios, o se acerque a Satanás,

6Entonces Jehová dijo a Caín: ¿Por qué te has ensañado, y por qué se ha inmutado tu rostro? 7Si bien hicieres, ¿no serás ensalzado? y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta: con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él. Genesis 4:6—7

Cuando el hombre se aleja de Dios todos sus actos, sin excepción, se constituyen en actos de perversidad, actos de impiedad e injusticia, y actos de malicia e idolatría, y éstos se constituyen en la base legal de la operación de Satanás sobre la localidad.

El hombre que se aleja de Dios es nombrado en la Biblia bajo el término de “impío”. David estableció en uno de sus salmos que Dios está airado contra el hombre impío todos los días,

Dios es el que juzga al justo: Y Dios está airado todos los días contra el impío. Salmos 7:11

¿Por qué Dios está airado Dios en contra del impío? Dios está airado en contra del impío porque por sus hechos, número uno,  la tierra es contaminada:

Hijo del hombre, morando en su tierra la casa de Israel, la contaminaron con sus caminos y con sus obras: como inmundicia de menstruosa fue su camino delante de mí. Y derramé mi ira sobre ellos por las sangres que derramaron sobre la tierra; porque con sus ídolos la contaminaron. Ezequiel 36:17—18

Y, número dos, porque por sus hechos la tierra es entregada a la operación de Principados y Potestades, y se asientan en ella:

Antes digo que lo que los Gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican, y no a Dios: y no querría que vosotros fueseis partícipes con los demonios. 1 Corintios 10:20; léase también Apocalipsis 9:20; 16:14

El apóstol Pablo explica también que la ira de Dios pesa sobre todos los impíos todos los días de sus vidas, porque sus hechos dispersan desobediencia en el ambiente,

Nadie os engañe con palabras vanas; porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia. Efesios 5:6


Por las cuales cosas la ira de Dios viene sobre los hijos de rebelión. Colosenses 3:6

La ira de Dios sobre los impíos es tan grande que Él no escucha ninguna de sus oraciones, según es establecido en el evangelio de Juan:

Y sabemos que Dios no oye a los pecadores: mas si alguno es temeroso de Dios, y hace su voluntad, a éste oye. Juan 9:31

La ira de Dios sobre un impío lo puede llevar a apartarlo definitivamente de su Presencia, según es establecido en los libros de los profetas:

Yo os he amado, dice Jehová: y dijisteis: ¿En qué nos amaste? ¿No era Esaú hermano de Jacob, dice Jehová, y amé a Jacob, Y a Esaú aborrecí, y torné sus montes en asolamiento, y su posesión para los chacales del desierto? Malaquías 1:2-3, léase también Romanos 9:13

Y esto de que Dios puede apartar al impío de su Presencia definitivamente es porque la Gracia de Dios también incluye “tiempo” para ser aplicada; Gracia no significa espera indefinida:

Y le he dado tiempo para que se arrepienta de la fornicación; y no se ha arrepentido. Apocalipsis 2:21

Así, impío es la clasificación que corresponde a aquellos que se alejan de Dios, y que sus actos le entregan derecho a los Principados y Potestades para asentarse en las regiones habitadas.

Las Sagradas Escrituras clasifican todos estos actos como actos abominables delante de la presencia del Señor; el que Dios aborrezca estos actos es lo que abre espacios espirituales para que fuerzas demoniacas se establezcan en las áreas adyacentes de quienes las practican.

Porque Jehová tu Dios anda por medio de tu campo, para librarte y entregar tus enemigos delante de ti; por tanto será tu real santo: porque él no vea en ti cosa inmunda, y se vuelva de en pos de ti. Deuteronomio 23:14

Basado en estas instrucciones, el apóstol Pablo urge a la comunidad de fe de Corinto sobre la necesidad que debe tener toda comunidad de fe, de limpiarse de contaminaciones satánicas, pues el no hacerlo no solo ponen en riesgo la permanencia del Señor entre ellos, sino que además se exponen a la imposición sobre ellos de una Potestad de maldad,

ASI que, amados, pues tenemos tales promesas, limpiémonos de toda inmundicia de carne y de espíritu, perfeccionando la santificación en temor de Dios. 2 Corintios 7:1

No se trata de una instrucción nueva producto de la doctrina de Jesús, la instrucción está presente en todos los escritos del Antiguo,

23Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón: Pruébame y reconoce mis pensamientos: 24 Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno. Salmos 139:23-24


4Dales conforme a su obra, y conforme a la malicia de sus hechos: Dales conforme a la obra de sus manos, Dales su paga. Porque no atendieron a las obras de Jehová, Ni al hecho de sus manos, Derribarálos, y no los edificará. Salmos 28:4—5


Porque manifiesta es la ira de Dios del cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres, que detienen la verdad con injusticia: Romanos 1:18

A todo esto tenemos que agregar también los actos de perversión sexual. El tema de la perversión sexual es mucho más amplio de lo que nos podemos imaginar, incluye situaciones que van desde la manipulación genital,[2] hasta la deformación natural de los sexos,[3] incluyendo entre estos dos puntos las distintas formas en que se presenta la fornicación.[4]

La perversión sexual está dirigida a atentar contra la imagen y semejanza de Dios impregnada en el hombre, el propósito es borrar en el hombre el nexo que pueda tener acerca de un Dios Todopoderoso. Las formas más comunes de perversión sexual están relacionadas con el tema de la fornicación. Fornicación en el concepto bíblico antiguo se define como prostitución,

13Las viandas para el vientre, y el vientre para las viandas; empero y a él y a ellas deshará Dios. Mas el cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor; y el Señor para el cuerpo: 14Y Dios que levantó al Señor, también a nosotros nos levantará con su poder. 15¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿Quitaré pues los miembros de Cristo, y los haré miembros de una ramera? Lejos sea. 1ra. Corintios 6:13—15

Pablo también clasifica como fornicación las uniones sexuales de un padre con la mujer de su hijo, o viceversa,

DE cierto se oye que hay entre vosotros fornicación, y tal fornicación cual ni aun se nombra entre los Gentiles; tanto que alguno tenga la mujer de su padre. 1ra. Corintios 5:1

La Ley de Moisés reguló y prohibió todo este tipo de uniones; estas uniones son consideradas también como fornicación,

11La desnudez de la hija de la mujer de tu padre, engendrada de tu padre, tu hermana es, su desnudez no descubrirás…. 14La desnudez del hermano de tu padre no descubrirás: no llegarás a su mujer: es mujer del hermano de tu padre. Levítico 18:11—14


11Y cualquiera que se echare con la mujer de su padre, la desnudez de su padre descubrió; ambos han de ser muertos; su sangre será sobre ellos…  20Y cualquiera que durmiere con la mujer del hermano de su padre, la desnudez del hermano de su padre descubrió; su pecado llevarán; morirán sin hijos. Levítico 20:11—20 (Deuteronomio 22:30; 27:20)

En el libro de Esdras se presenta como fornicación las uniones con pueblos impuros,

Porque han tomado de sus hijas para sí y para sus hijos, y la simiente santa ha sido mezclada con los pueblos de las tierras; y la mano de los príncipes y de los gobernadores ha sido la primera en esta prevaricación. Esdras 9:2

Algo similar es presentado en las epístolas del apóstol Pablo,

No os juntéis en yugo con los infieles: porque ¿qué compañía tienes la justicia con la injusticia? ¿y qué comunión la luz con las tinieblas? 2 Corintios 6:14

Estos actos de perversión sexual fueron la causa por la cual Dios dispuso destruir el mundo por medio de un diluvio,

Y ACAECIO que, cuando comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la faz de la tierra, y les nacieron hijas, 2Viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, tomáronse mujeres, escogiendo entre todas. 3Y dijo Jehová: No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne: mas serán sus días ciento y veinte años. Génesis 6:1—3

La situación presentada no era por causa de inmoralidad sexual, consistía en no haber guardado la pureza de Revelación entregada a generaciones que Dios escogió para mantener el conocimiento puro de su Presencia entre los hombres; de allí la perversión, pues derivaron la Revelación y la convirtieron en conocimiento disponible aun para los perversos e impíos. Una situación similar la vemos nuevamente manifestada en el caso con las hijas de Moab,

Y REPOSO Israel en Sittim, y el pueblo empezó a fornicar con las hijas de Moab: 2Las cuales llamaron al pueblo a los sacrificios de sus dioses: y el pueblo comió, é inclinóse a sus dioses. 3Y allegóse el pueblo a Baal-peor; y el furor de Jehová se encendió contra Israel. Números 25:1—3

Así que, aunque no tenemos lucha contra sangre y carne,[5] como bien hemos sido instruidos por el apóstol Pablo, no podemos ignorar que los hechos perversos de los “impíos” de la zona es lo que patrocina la permanencia en el lugar de los Principados y Potestades que operan entre ellos.

En su misma epístola Pablo establece que los “hijos de desobediencia” son los que están apoyando con sus actos el funcionamiento de las fuerzas demoniacas asentadas en el lugar.

5Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es servidor de ídolos, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios. 6Nadie os engañe con palabras vanas; porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia. 7No seáis pues aparceros con ellos; Efesios 5:5-7

Así, pues, resumiendo, las acciones de la persona en comunidad se constituye en la base de la depravación espiritual en la que toda comunidad desarrolla su forma de proceder, los nuevos miembros son adoctrinados y forzados a aceptar su modus operandi.

Como vemos, la situación perversa de una comunidad no es el resultado del “asalto” de fuerzas espirituales de maldad que irrumpen sorpresivamente en la localidad, es la interacción de los hechos impíos de cada quien en comunidad los que degeneran y se convierte en la materia prima para la construcción de la perversidad de ella, esto queda claramente evidenciado en el relato de la construcción de la torre de Babel.

3Y dijeron los unos a los otros: Vaya, hagamos ladrillo y cozámoslo con fuego. Y fueles el ladrillo en lugar de piedra, y el betún en lugar de mezcla. 4Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre la faz de toda la tierra. 5Y descendió Jehová para ver la ciudad y la torre que edificaban los hijos de los hombres. Génesis 11:3-5

Pero no todo queda allí, la depravación espiritual de una región se auto fomenta a sí misma a través de los hechos de supremacía que sus habitantes muestran en su afán de querer ser mejores que los demás; es un mal que nace en Caín y que la Biblia lo clasifica como “iniquidad”. Esta tendencia afecta aun a todos los círculos religiosos.

Unos se imponen sobre los otros a través de la violencia, otros a través de cultivar la impiedad y la injusticia; pero una gran mayoría lo hace por prácticas rituales según las ciencias ocultas que han desarrollado para tal fin: la magia en todas sus formas, la hechicería, la brujería, el espiritismo, el vudú, la astrología, y demás otras ciencias ocultas, no son alternativas para resolver los problemas de la gente, como comúnmente se presentan, en su fondo este tipo de prácticas pretenden equipar a las gentes con herramientas perversas para que quienes las ejercen “sobresalgan” sobre sus otros semejantes inmediatos. Este es el principio de la perversión.

La depravación de los hechos impíos de los habitantes de una localidad se transforman en actos de maldición que recae sobre la tierra de la región donde se practican. El libro de Levítico la llama, “contaminación”, y la identifica como la base de operación de los Principados y Potestades satánicos para operar con derecho sobre ella.

25Y la tierra fue contaminada; y yo visité su maldad sobre ella, y la tierra vomitó sus moradores…   27(Porque todas estas abominaciones hicieron los hombres de la tierra, que fueron antes de vosotros, y la tierra fue contaminada) Levítico 18:25—27

El profeta Isaías identifica que una tierra contaminada por los hechos depravados e impíos de sus habitantes, es una tierra que pierde sus propiedades facultativas de germinación,

5Os mostraré pues ahora lo que haré yo a mi viña: Quitaréle su vallado, y será para ser consumida; aportillaré su cerca, y será para ser hollada; 6Haré que quede desierta; no será podada ni cavada, y crecerá el cardo y las espinas: y aun a las nubes mandaré que no derramen lluvia sobre ella. 7Ciertamente la viña de Jehová de los ejércitos es la casa de Israel, y los hombres de Judá planta suya deleitosa. Esperaba juicio, y he aquí vileza; justicia, y he aquí clamor. Isaías 5:5-7

La depravación espiritual de los moradores de una región se manifiesta, por lo general, en el detrimento de la condición urbana en la que viven sus moradores; basado en el principio de que cada quien busca o reproduce en su medio ambiente lo que lleva por dentro, una persona que ha practicado y acumulado perversidad en sus acciones, plasmará en todas sus manifestaciones sociales toda la perversidad que porta por dentro.

En el relato del caso del gadareno poseído por demonios podemos observar que la posesión que un demonio ejerza sobre una persona, o  sobre un lugar, será consecuente con la perversidad a la que la persona se ha expuesto, o que ha practicado,

26Y navegaron a la tierra de los Gadarenos, que está delante de Galilea. 27Y saliendo Él a tierra, le vino al encuentro de la ciudad un hombre que tenía demonios ya de mucho tiempo; y no vestía vestido, ni estaba en casa, sino por los sepulcros. Lucas 8:26—27

El que el endemoniado gadareno no vistiera ropa, que no se bañara y que aun habitara en los sepulcros, solo describe que el gadareno antes de caer bajo la posesión demoniaca, fue una persona con un carácter violento y destructivo, sumamente imponente e intransigente entre la comunidad con la cual convivía; los demonios que lo poseyeron sencillamente “potenciaron” los hechos primeros que los llevaron a poseerlo.

La perversidad que una persona practica y acumula en su fuero interno puede plasmarse también en las construcciones físicas que desarrolla; de allí que por la observación sea fácil determinar el tipo de Principados y Potestades que operan en el lugar. Una inspección visual de las condiciones urbanísticas del lugar nos permite ver en qué condición se encuentran sus moradores.

Todo está plasmado en un mapa a través de lo que el hombre fabrica en su entorno. Los lugares amplios y bien desarrollados pueden ser también formas de plasmar la perversidad de los moradores. Así, la arquitectura del lugar, sus instituciones, su cultura, su urbanismo, y aun sus leyes, son el “maquillaje” con el que se cubre la impiedad e injusticia que se desarrolla en el lugar. Un edificio más alto que otro solo está indicando la supremacía que portan los que viven o trabajan en él; una ciudad llena de jardines y áreas verdes está indicando que la ciudad ha construido sobre engaño y mentira, y que la imaginación, la fantasía y la magia son la materia prima de sus injusticias.

Esta es la base doctrinal que hace posible entender, y entrar, en el evangelismo y en la guerra espiritual de zonas que manifiestan ser regiones donde se han asentado Principados y Potestades satánicos.

Así, en conclusión, las fuerzas demoniacas apostadas en un lugar subsisten por los actos de perversidad de los habitantes de una región; lo que nos resta añadir es que las fuerzas demoniacas tienen potestad cíclica, y su fortaleza se renueva con los ciclos de vida de la comunidad.

24Porque un platero llamado Demetrio, el cual hacía de plata templecillos de Diana, daba a los artífices no poca ganancia; 25 A los cuales, reunidos con los oficiales de semejante oficio, dijo: Varones, sabéis que de este oficio tenemos ganancia;  …  27Y no solamente hay peligro de que este negocio se nos vuelva en reproche, sino también que el templo de la gran diosa Diana sea estimado en nada, y comience a ser destruida su majestad, la cual honra toda el Asia y el mundo. 28Oídas estas cosas, llenarónse de ira, y dieron alarido diciendo: ­Grande es Diana de los Efesios!…  34Mas como conocieron que era Judío, fue hecha un voz de todos, que gritaron casi por dos horas: ­Grande es Diana de los Efesios! 35Entonces el escribano, apaciguado que hubo la gente, dijo: Varones Efesios ¿y quién hay de los hombres que no sepa que la ciudad de los Efesios es honradora de la gran diosa Diana, y de la imagen venida de Júpiter? Hechos 19:24—35

No luchamos contra fuerzas demoniacas que llegaron de la nada, luchamos contra fuerzas de las tinieblas que fueron convocadas, y que subsisten en el lugar porque hay quienes las autorizan a permanecer en dicha región.

Ante esta situación, ¿Cuál es la participación de un hombre y de una mujer de fe dentro de su comunidad? ¿Cómo se libra un hombre y una mujer de fe de ser influenciados por los Principados y Potestades del lugar?


Lecturas recomendadas,


Las citas bíblicas son tomadas de la Versión Reina-Valera Antigua, 1909 (RVA)


Pastor Pedro Montoya

http://www.ministerioscristorey.com


[1] Mateo 12:43; Lucas 11:24

[2] 1ra. Corintios 7:9

[3] Romanos 1:26

[4] 1ra. Corintios 6:8

[5] Efesios 6:12



acerca del ministerio

El Ministerio Apostólico y Profético Cristo Rey es un ministerio de instrucción y capacitación doctrinal, según las enseñanzas de Jesús establecidas en el Evangelio del Reino de los Cielos.

Proclamamos que Jesús el Cristo es Dios encarnado, para que, por la Fe en su Nombre, y en arrepentimiento ante Él, el hombre y la mujer alcancen perdón de pecados, y sean reconciliados con el Padre.

Nuestra labor es instruir y capacitar a hombres y mujeres que buscan desarrollarse en la vida de Fe, y preparar en la labor ministerial a aquellos que tienen un llamado al ministerio en la proclamación del Evangelio.
Nuestro énfasis ministerial es en liberación y en guerra espiritual.

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