La guerra espiritual no solo se reduce a “reprender” las fuerzas demoniacas estacionadas en una persona, o en una región.
La guerra espiritual consiste en desarrollar “estrategias” amparadas en la Palabra de Dios para quitarles el derecho que les ha asistido para operar en esos lugares.
Una de las estrategias que debemos conocer es cuándo Satanás opera, en qué momento, bajo qué circunstancias. No opera en cualquier momento, tiene días y horas específicos para obrar.
La enseñanza de hoy nos descubre que las fiestas populares nacionales, las fiestas religiosas son los momentos oportunos que el utiliza para maldecir a los habitantes de las regiones en que se celebran tales festividades.