Agenda de aprendizaje:
- Lectura
- Preguntas de evaluación
Yo y el Padre una cosa somos.
Juan 10:30
Recientemente fui cuestionado en uno de mis escritos acerca de la revelación en la Biblia de que Jesús es Dios. La experiencia me sirvió no solo porque pude revisar y refrescar acerca de la doctrina según expuesta en la Biblia, sino también porque pude ver que hay muchísima gente que se le dificulta creerlo no tanto porque sea gente perversa, y se encuentren al margen de la apostasía, sino porque no han sido enseñados acerca del tema.
La revelación de que Jesús es Dios manifestado en carne para la redención de la humanidad fue el tema central de la proclamación del Evangelio del Reino de los cielos.
Y sin contradicción, grande es el misterio de la piedad: Dios ha sido manifestado en carne; ha sido justificado con el Espíritu; ha sido visto de los ángeles; ha sido predicado a los Gentiles; ha sido creído en el mundo; ha sido recibido en gloria.
1ra. Timoteo 3:16
La doctrina de Cristo fue predicada y proclamada a partir de Jerusalén, y difundida por toda la tierra conocida, en los primeros años identificada como la doctrina de los apóstoles,[1] y con el correr de los años como tal, la doctrina de Cristo, razón por la cual los discípulos fueron llamados cristianos por primera vez en Antioquia de Siria.[2]
La iglesia del Señor se constituyó como tal sobre el fundamento de la doctrina de Cristo. El lector puede encontrar un resumen adicional del tema en la entrada, “La Doctrina de Cristo.”
Así que, viendo la importancia y relevancia espiritual de la doctrina de Cristo, según establecido como revelación de salvación para el que cree, en la Biblia, pretendemos hoy establecer sobre la naturaleza divina de Jesús. Jesús es Dios.
Muchas personas, entre ellas creyentes y hombres y mujeres de fe, han tenido dificultad para asimilar a Jesús como Dios. Aunque en su confesión doctrinal aseguran que Jesús es el Hijo de Dios, no pueden conciliar la idea de que siendo hombre pueda ser a la misma vez Dios, o viceversa. Así que, comenzaremos precisamente por allí mismo, derribando esa dificultad.
Ser Hijo de Dios significa Ser Dios mismo. Según la concepción humana, un hijo es un fruto del padre, y un ser completamente diferente, pese a rasgos genéticos, conductas y hábitos similares; sin embargo, la designación en Jesús de Hijo de Dios no es para distinguir en Él un ser diferente, sino para identificar esencia y naturaleza. Así, entonces, que a Jesús se le identifique como Hijo de Dios no quiere decir que Él es ‘aparte’ del Padre, sino es la confirmación de que Jesús es en Esencia y en Naturaleza ‘semejante’ al Padre.
Nótese en el texto del evangelio de Juan, en el capítulo diez, cómo el mismo Jesús da testimonio de que Él tiene la misma Esencia y Naturaleza del Padre:
Yo y el Padre uno somos.
Juan 10:30 (RV60)
La versión Reina Valera de 1909 lo presenta más enfático todavía, porque añade el vocablo cosa.
Yo y el Padre una cosa somos.
Juan 10:30 (RVA)
Si seguimos examinando la lectura del mismo capítulo, por la redacción se advierte que los judíos referidos en el relato reconocen que la expresión ‘Hijo’ es equivalente a Dios mismo,
Respondiéronle los judíos, diciendo: Por buena obra no te apedreamos, sino por la blasfemia; y porque tú, siendo hombre, te haces Dios.
Juan 10:33
Notemos, Jesús nunca dijo que Él era Dios, pero ellos lo entendieron así; Él había dicho de sí mismo que era Hijo de Dios; Así que queda claro, por el relato, que Hijo de Dios es ser igual a Dios,
¿A quien el Padre santificó y envió al mundo, vosotros decís: Tú blasfemas, porque dije: Hijo de Dios soy?
Juan 10:36
Así que, ser Hijo de Dios es ser Dios mismo. Con el uso de la expresión se establece Esencia y Naturaleza divina. De ello ya anteriormente el lector del evangelio de Juan había sido notificado, pues en la introducción misma del libro, el escritor lo estableció claramente,
EN el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. 2Este era en el principio con Dios. 3Todas las cosas por él fueron hechas; y sin él nada de lo que es hecho, fue hecho. 4En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. 5Y la luz en las tinieblas resplandece; mas las tinieblas no la comprendieron.
Juan 1:1-5
Esto es también lo que leemos en el texto de la epístola del apóstol Pablo a la comunidad de fe de Filipos,
El cual (Jesús), siendo en forma de Dios, no tuvo por usurpación ser igual a Dios: 7Sin embargo, se anonadó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; 8Y hallado en la condición como hombre, se humilló a sí mismo, hecho obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
Filipenses 2:6-8
No obstante, sigamos la línea de pensamiento de que Jesús es hombre sin atribuciones divinas, y que la razón de llamarlo Hijo de Dios es sencillamente una designación por el hecho de la sombra que el Espíritu Santo hizo sobre María. Hasta este momento muchos no han podido reconciliar el hecho de que Jesús sea hombre y Dios mismo a la vez.
¿Cómo puede ser posible que un hombre descienda –y ascienda– del cielo, si hasta ese momento el destino de los muertos no era el cielo?
Y nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo, el Hijo del hombre, que está en el cielo.
Juan 3:13
Note bien, el texto es contundente al asegurar que el lugar de origen del Hijo del hombre fue el cielo; notemoslo, el relato dice: que está en el cielo. El texto no establece que por efecto de su naturaleza sin pecado fue que subió al cielo, el texto dice que descendió del cielo.
Otro texto similar que muestra su ascenso-descenso del cielo lo encontramos en el libro de los Hechos de los Apóstoles,
Porque David no subió a los cielos; empero él dice: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra,
Hechos 2:34
En la explicación que Jesús hizo de este mismo texto, explicó que a quien David se refiere como Señor no es a sí mismo, sino al Mesías (Jesús).
Y respondiendo Jesús decía, enseñando en el templo: ¿Cómo dicen los escribas que el Cristo es hijo de David? 36Porque el mismo David dijo por el Espíritu Santo: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra, Hasta que ponga tus enemigos por estrado de tus pies. 37Luego llamándole el mismo David Señor, ¿de dónde, pues, es su hijo? Y los que eran del común del pueblo le oían de buena gana.
Marcos 12:35-38
Así que, Jesús no es Hijo de Dios tan solo por virtud de su concepción por obra del Espíritu Santo, ni desciende –y asciende– del cielo por su naturaleza sin pecado. Jesús es Dios.
Pero, y ¿si Jesús es hijo de Dios porque es un ángel?
Ya el escritor de la epístola a los Hebreos había escrito al respecto, y estableció contundentemente que Jesús no es un ángel,
Porque ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Mi hijo eres tú, Hoy yo te he engendrado, Y otra vez: Yo seré a él Padre, Y él me será a mí hijo?
Hebreos 1:5
La respuesta a la pregunta que el escritor a los Hebreos nos presenta, es: NO, rotundamente, a ningún ángel Dios le dio tal reconocimiento. El escritor para enfatizar que Jesús no es un ángel cita un texto del libro de Deuteronomio tomado de la Septuaginta (32:43), en el que se cita que los ángeles adoran al Hijo.
Y otra vez, cuando introduce al Primogénito en la tierra, dice: Y adórenle todos los ángeles de Dios.
Hebreos 1:6
Pero, ¿si Jesús es hijo de Dios porque es un ser-espíritu diferente a los ángeles?
Si eso fuera así, tal ser-espíritu tendría que haber sido, primero, un ser superior a Luzbel, pues el texto del profeta Ezequiel asegura que Luzbel era el sello de la perfección,
Hijo del hombre, levanta endechas sobre el rey de Tiro, y dile: Así ha dicho el Señor Jehová: Tú echas el sello a la proporción, lleno de sabiduría, y acabado de hermosura. … 14Tú, querubín grande, cubridor: y yo te puse; en el santo monte de Dios estuviste; en medio de piedras de fuego has andado. 15Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste criado, hasta que se halló en ti maldad.
Ezequiel 28:12-15
Y, segundo, ¿Cómo puede un ser-espíritu estar sentado a la diestra de Dios?…
JEHOVÁ dijo a mi Señor: Siéntate a mi diestra, En tanto que pongo tus enemigos por estrado de tus pies.
Salmo 110:1
¿Cómo puede un ser-espíritu estar sentado a la diestra de Dios, si sabemos por las Escrituras que Dios no comparte su Gloria con nadie?
Yo Jehová: este es mi nombre; y a otro no daré mi gloria, ni mi alabanza a esculturas.
Isaías 42:8
Así que, NO, rotundamente; Jesús no es un ser-espíritu, ni por virtud de ello es que fue designado Hijo de Dios.
¿Qué nos queda?
¡Jesús es Dios!
Y Jesús le dijo: Yo soy; y veréis al Hijo del hombre sentado a la diestra de la potencia de Dios, y viniendo en las nubes del cielo.
Marcos 14:62
¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo de mí mismo: mas el Padre que está en mí, él hace las obras. 11 Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí: de otra manera, creedme por las mismas obras.
Juan 14:10,11
La mayoría de las doctrinas heréticas y apostatas dirigen su ataque a desvirtuar la Naturaleza y Esencia de Jesús como hombre, y lo presentan como un gran profeta, pero denigran su Naturaleza divina.
Evaluación de aprendizaje:
En sus propias palabras, ¿cómo usted puede usar este modelo para responder a aquel que le dice que Jesús no es Dios? sea breve y conciso.
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Pastor Pedro Montoya
[1] Hechos 2:42
[2] Idem 11:26
Sussette, Saludos.
Tenga presente lo siguiente:
El estado-nación judío, y por ende todo judío, está bajo un trato de Dios particular. Dios les ha endurecido el corazón para no creer, y les ha engrosado el oído para no oír. Vea lo que el profeta escribe sobre ello:
De este estado de endurecimiento dio también testimonio Jesús:
Buenas tardes Pastor Montoya: Tengo un conocido que es judio conservador. Este se reitera que Jesus no es Dios basado en la Tora. Como se le puede exponer amablemente esta verdad que Jesus es Dios. Agradezco su ayuda , Saludos Susette