¿Por qué está airado Dios en contra del impío?



Dios es el que juzga al justo: Y Dios está airado todos los días contra el impío. Salmos 7:11


Dios está airado en contra del impío porque por sus hechos, número uno,  la tierra es contaminada:

“Hijo del hombre, morando en su tierra la casa de Israel, la contaminaron con sus caminos y con sus obras: como inmundicia de menstruosa fue su camino delante de mí. Y derramé mi ira sobre ellos por las sangres que derramaron sobre la tierra; porque con sus ídolos la contaminaron.” (Ezequiel 36:17—18);

Y, número dos, porque por sus hechos la tierra es entregada a los Principados y Potestades para asentarse en ella y a operar con derecho desde allí:

“Antes digo que lo que los Gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican, y no a Dios: y no querría que vosotros fueseis partícipes con los demonios.” (1 Corintios 10:20; léase también Apocalipsis 9:20; 16:14).

La ira de Dios pesa sobre todos los impíos todos los días de sus vidas, según el apóstol Pablo lo establece en su epístola a los Efesios:

“Nadie os engañe con palabras vanas; porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia.” (Efesios 5:6),

y, también en la epístola a los Colosenses:

“Por las cuales cosas la ira de Dios viene sobre los hijos de rebelión.” (Colosenses 3:6).

La ira de Dios sobre los impíos es tan grande que Él no escucha ninguna de sus oraciones, según es establecido en el evangelio de Juan:

Y sabemos que Dios no oye a los pecadores: mas si alguno es temeroso de Dios, y hace su voluntad, a éste oye.” (Juan 9:31).

La ira de Dios sobre un impío lo puede llevar a apartarlo definitivamente de su Presencia, según es establecido en los libros de los profetas:

Yo os he amado, dice Jehová: y dijisteis: ¿En qué nos amaste? ¿No era Esaú hermano de Jacob, dice Jehová, y amé a Jacob, Y a Esaú aborrecí, y torné sus montes en asolamiento, y su posesión para los chacales del desierto?” (Malaquías 1:2-3, léase también Romanos 9:13).

Y esto de que Dios puede apartar al impío de su Presencia definitivamente es porque la Gracia de Dios también incluye “tiempo” para ser aplicada; Gracia no significa espera indefinida:

Y le he dado tiempo para que se arrepienta de la fornicación; y no se ha arrepentido.” (Apocalipsis 2:21).

Ahora, en cuanto a la ira de Dios que pesa sobre un impío, aquí hay un misterio que muchos ministros desconocen como dispensadores de la Gracia de Dios. La religión desde la cual muchos predican los lleva a “ofrecer” un cambio radical para aquellos que se acojan a la Gracia, lo cual es falso. ¿Por qué es falso? Porque Dios no retira la ira de Dios que el impío viene cargando a sus espaldas (Romanos 7:24) tan solo porque aceptaron a Jesús. Para que la “ira de Dios” se aplaque sobre el impío, éste tiene que obrar en fe (actos de fe) tan pronto viene a Jesús. Debe haber un “acto” que aplaque la ira de Dios, usted lo puede leer en los siguientes textos:

  • “Y sepultaron los huesos de Saúl y los de su hijo Jonathán en tierra de Benjamín, en Sela, en el sepulcro de Cis su padre; e hicieron todo lo que el rey había mandado. Después se aplacó Dios con la tierra.” (2 Samuel 21:14);
  • “Y edificó allí David un altar a Jehová, y sacrificó holocaustos y pacíficos; y Jehová se aplacó con la tierra, y cesó la plaga de Israel.” (2 Samuel 24:25)
  • “Y Jehová dijo a Moisés: Toma todos los príncipes del pueblo, y ahórcalos a Jehová delante del sol; y la ira del furor de Jehová se apartará de Israel.” (Números 25:4)
  • “Entonces Jehová habló a Moisés, diciendo: Phinees, hijo de Eleazar, hijo de Aarón el sacerdote, ha hecho tornar mi furor de los hijos de Israel, llevado de celo entre ellos: por lo cual yo no he consumido en mi celo a los hijos de Israel.” (números 25:10—11)

Un ministro de Dios debe enseñar a la congregación que Dios está airado, y que la única forma de cancelar la ira de Dios es a través de los actos de fe:

Empero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es menester que el que a Dios se allega, crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.” (Hebreos 11:6; léase junto a esto, Santiago 2:20—26).

Cuando la persona ha creído en Jesús pero no “actúa” en fe, porque no quiso o no le enseñaron que esa era la forma de retirar la ira de Dios, la ira se convierte en juicio, hasta que toda la maldad pasada es purgada:

Porque es tiempo de que el juicio comience de la casa de Dios: y si primero comienza por nosotros, ¿qué será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios?” (1 Pedro 4:17)

Esta situación nos descubre otra que debemos confrontar con conciencia, ¿Está Dios airado solo contra el impío, o lo está también en contra de su pueblo?

Las referencias que los escritos de los profetas nos presentan nos indican que Dios no está agradado totalmente con su pueblo, y es por causa de la conducta que los pastores,  —ministerios, en términos generales— han adoptado con respecto a lo que la Palabra presenta,

  • Los sacerdotes no dijeron: ¿Dónde está Jehová? y los que tenían la ley no me conocieron; y los pastores se rebelaron contra mí, y los profetas profetizaron en Baal, y anduvieron tras lo que no aprovecha. Jeremías 2:8
  • Hijo del hombre, profetiza contra los pastores de Israel; profetiza, y diles a los pastores: Así ha dicho el Señor Jehová: ­Ay de los pastores de Israel, que se apacientan a sí mismos! ¿No apacientan los pastores los rebaños? Ezequiel 34:2
  • Contra los pastores se ha encendido mi enojo, y castigaré los machos de cabrío: mas Jehová de los ejércitos visitará su rebaño, la casa de Judá, y tornarálos como su caballo de honor en la guerra. Zacarías 10:3

No es por el “pecado” que pueda estar encubierto, no se trata de eso; se trata de cuánto estamos cumpliendo con la Voluntad de Dios para nuestras naciones; se trata de cuánto de la instrucción del Espíritu Santo estamos estableciendo en nuestras comunidades de fe; se trata de cuánta legitimidad de la Palabra estamos proclamando.

Un ejemplo claro es la referencia muy conocida por todos: “Dios aborrece el pecado pero ama al pecador”, es una referencia que no se encuentra en la Biblia, pero se predica como tal; nos sorprendería saber que quien acuñó tal frase perteneció y predicó la filosofía hindú. Esta referencia nos sirve para entender cómo la filosofía ha invadido a la iglesia en formas de apostasía, y para colmo, muchos resultan predicando lo que la Biblia no autoriza a establecer. Hay un desconocimiento de la Palabra, ¿Cómo tendrán Revelación así?

El por qué muchos ministros han caído en ese juego es porque acostumbran a leer devocionales y escritos motivacionales de hombres que han basado sus experiencias en el pensamiento positivo. La Biblia es clara, el Espíritu Santo recomienda recibir nuestra instrucción SOLO de las Sagradas Escrituras:

Toda Escritura es inspirada divinamente y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instituir en justicia,” (2 Timoteo 3:16).

Eva cayó en apostasía porque atendió un conocimiento de la serpiente que ella desconocía. Cuando Dios nos va a dar de su Revelación, no hay necesidad de otros libros, todo está en las Sagradas Escrituras:

Pero cuando viniere aquel Espíritu de verdad, él os guiará a toda verdad; porque no hablará de sí mismo, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que han de venir.” (Juan 16:13).

Dios revela según el trabajo que desarrollamos, la Revelación de Dios no es pura información, es para establecer el Reino de Dios. Si hay un conocimiento que no necesitamos, no lo busquemos en fuentes extrañas a Dios, lo único que haremos es atraer apostasía.


Usted no caiga en ese juego. Recurra solo a las Escrituras.

 


Las citas bíblicas son tomadas de la Versión Reina-Valera Antigua, 1909 (RVA)

 


Pastor Pedro Montoya

Tel Cel. (407) 764-2699

Twitter: @pastormontoya

http://www.ministerioscristorey.com

Publicado por pastor Pedro Montoya

Life in Christ Jesus is the result of faith, of believing that Jesus of Nazareth is God incarnate and manifested as the Son of God, in order to, by His doctrine and example, reveal the way of reconciliation with the Creator whom He presented as the Father. Faith is a Revelation in itself, because no one can believe that God becomes man and maintains his status as God at the same time; faith is therefore the only way to find Jesus.

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