Jesús, Señor y Cristo

A este Jesús que Vosotros Crucificasteis, Dios ha Hecho Señor y Cristo


Epístola del Apóstol Pablo a la Comunidad de Fe de Colosas. Capítulo 2

Colosenses


La Amenaza al Evangelio


2:1-2      PORQUE quiero que sepáis cuán gran solicitud tengo por vosotros, y por los que están en Laodicea, y por todos los que nunca vieron mi rostro en carne; 2Para que sean confortados sus corazones, unidos en amor, y en todas riquezas de cumplido entendimiento para conocer el misterio de Dios, y del Padre, y de Cristo;

El apóstol está transmitiendo el dolor que hay en su corazón por causa de la amenaza que se cierne sobre esas comunidades, amenaza doctrinal falsa que atenta con hacerlos desistir del conocimiento del Evangelio que recibieron de Epafras, y que las ha hecho sobresalir como comunidades de fe en Cristo Jesús.

Las versiones de la Biblia no logran traducir adecuadamente el mensaje del apóstol. Lo que Pablo está manifestando es su impotencia por no enfrentar a aquellos que están introduciendo enseñanzas que tergiversan la sana doctrina. Una traducción libre se lee así,

Quiero que ustedes sepan cuan gran conflicto tengo por no estar con ustedes, por los de Laodicea, y por todos aquellos que no conozco personalmente. Quisiera estar con ustedes para fortalecer sus corazones, y para dirigirlos con amor, para que entiendan y no desistan de las riquezas del conocimiento revelado de Dios, y del Padre, y de Cristo.

Pablo denuncia que detrás de las enseñanzas que han recibido los residentes de Colosas, y principalmente los de Laodicea, de parte de los judíos hay atentados contra el Evangelio que profesan; quienes han introducido estas nuevas enseñanzas pretenden trastocar el conocimiento de la Verdad acerca de Dios encarnado y manifestado en Jesús.


1:3-15    (y de Cristo)…3En el cual están escondidos todos los tesoros de sabiduría y conocimiento. 4Y esto digo, para que nadie os engañe con palabras persuasivas. 5Porque aunque estoy ausente con el cuerpo, no obstante con el espíritu estoy con vosotros, gozándome y mirando vuestro concierto, y la firmeza de vuestra fe en Cristo. 6Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesús Cristo, andad en él: 7Arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis aprendido, creciendo en ella con hacimiento de gracias. 8Mirad que ninguno os engañe por filosofías y vanas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los elementos del mundo, y no según Cristo: 9Porque en él habita toda la plenitud de la divinidad corporalmente: 10Y en él estáis cumplidos, el cual es la cabeza de todo principado y potestad: 11En el cual también sois circuncidados de circuncisión no hecha con manos, con el despojamiento del cuerpo de los pecados de la carne, en la circuncisión de Cristo; 12Sepultados juntamente con él en la bautismo, en el cual también resucitasteis con él, por la fe de la operación de Dios que le levantó de los muertos. 13Y á vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os vivificó juntamente con él, perdonándoos todos los pecados, 14Rayendo la cédula de los ritos que nos era contraria, que era contra nosotros, quitándola de en medio y enclavándola en la cruz; 15Y despojando los principados y las potestades, sacólos a la vergüenza en público, triunfando de ellos en sí mismo.

Pablo expone a continuación acerca de los beneficios que representa para el hombre y mujer de fe el reconocer a Jesús como Señor y Cristo. El listado que el apóstol hace de los beneficios es sencillamente sorprendente:

  • En el cual (en Cristo) están escondidos todos los tesoros de sabiduría y conocimiento.(v.3).

Esta confesión doctrinal le ayuda a Pablo a establecer que fuera de Jesús no hay ni sabiduría ni Revelación; así que, concluye, para que van a ir a buscar sabiduría fuera de Él: Y esto digo, para que nadie os engañe con palabras persuasivas. Porque aunque estoy ausente con el cuerpo, no obstante con el espíritu estoy con vosotros, gozándome y mirando vuestro concierto, y la firmeza de vuestra fe en Cristo. (v.4, 5)

  • Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesús Cristo, andad en él. (v.6)

La exhortación de Pablo está dirigida a que ellos entiendan que no les está permitido cambiar nada de lo que han aprendido.

  • Arraigados y sobreedificados en él (en Jesús), y confirmados en la fe, (v.7).

Pablo enfatiza la fe en Jesús como la única fuente de Revelación y sabiduría: así como habéis aprendido, creciendo en ella con hacimiento de gracias.

  • Porque en él (en Jesús) habita toda la plenitud de la divinidad corporalmente: (v.9).

Esta confesión doctrinal es determinante para entender acerca de la divinidad de Jesús. Jesús es Dios manifestado en carne.

  • Y en él (en Jesús) estáis cumplidos, (v.10a)

El apóstol vuelve a establecer que en Jesús están completos, que no necesitan nada fuera de Él.

  • El cual (Jesús) es la cabeza de todo principado y potestad: (v10b).

Pablo establece que Jesús tiene gobierno sobre toda potestad, terrenal y espiritual, que existe sobre la faz de la tierra.

  • En el cual (en Jesús) también sois circuncidados de circuncisión no hecha con manos, (v.11).

Pablo explica cómo se les atribuye la circuncisión a los gentiles: con el despojamiento del cuerpo de los pecados de la carne, en la circuncisión de Cristo;

  • Sepultados juntamente con él (con Jesús) en el bautismo, (v.12).

Pablo explica lo que significa espiritualmente el bautismo en agua, y el poder que tiene en cuanto a la liberación de la carne y del pecado: en el cual también resucitasteis con él, por la fe de la operación de Dios que le levantó de los muertos.

  • Y a vosotros (los gentiles), estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, (Jesús).. os vivificó juntamente con él, perdonándoos todos los pecados, (v.13).

Pablo explica cómo los gentiles han sido injertados en el Cuerpo de Jesús para ser constituidos en herederos de la Salvación.

  • (Jesús).. Rayendo la cédula de los ritos que nos era contraria, que era contra nosotros, quitándola de en medio y enclavándola en la cruz;(v.14).

Pablo explica por qué los gentiles no tienen necesidad de someterse a los rituales judíos. Pablo explica que ya no hay necesidad de ellos, pues el propósito era cubrir la multitud de pecados; cuando Cristo se ofrece a sí mismo, su sacrificio abolió la efectividad de los rituales.

  • (Jesús).. despojando los principados y las potestades, (v.15).

Pablo explica en qué consistió el sacrificio de la cruz, la cruz fue el lugar donde Jesús venció a Satanás: sacólos a la vergüenza en público, triunfando de ellos en sí mismo.

En el versículo ocho Pablo expone crudamente lo que significan todas las enseñanzas con fundamento judaico, Pablo las define como filosofías y vanas sutilezas según las tradiciones de los hombres. Pablo expone el peligro que ellas representan, son enseñanzas apostatas que en realidad lo que pretenden es desvirtuar la Verdad de la Palabra de la cruz.

Mirad que ninguno os engañe por filosofías y vanas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los elementos del mundo, y no según Cristo: (v.8)


1:16-23  16Por tanto, nadie os juzgue en comida, o en bebida, o en parte de día de fiesta, o de nueva luna, o de sábados: 17Lo cual es la sombra de lo por venir; mas el cuerpo es de Cristo. 18Nadie os prive de vuestro premio, afectando humildad y culto a los ángeles, metiéndose en lo que no ha visto, vanamente hinchado en el sentido de su propia carne, 19Y no teniendo la cabeza, de la cual todo el cuerpo, alimentado y conjunto por las ligaduras y conjunturas, crece en aumento de Dios. 20Pues si sois muertos con Cristo cuanto a los rudimentos del mundo, ¿por qué como si vivieseis al mundo, os sometéis a ordenanzas, 21Tales como, No manejes, ni gustes, ni aun toques, 22(Las cuales cosas son todas para destrucción en el uso mismo), en conformidad a mandamientos y doctrinas de hombres? 23Tales cosas tienen a la verdad cierta reputación de sabiduría en culto voluntario, y humildad, y en duro trato del cuerpo; no en alguna honra para el saciar de la carne.

En la conclusión del capítulo, Pablo une todo lo que ha expuesto en ambos capítulos.

La conclusión corre bien sencilla. Pablo establece la siguiente comparación: si, en Jesús tenemos redención por su sangre (1:13a), y la remisión de pecados: (1.13b). Si Jesús es la imagen (εικων) del Dios invisible (1:15a), y Él es el primogénito de toda criatura (1:15b), y por Él fueron criadas todas las cosas que están en los cielos, y que están en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue criado por él y para él (1:16); y Jesús es antes de todas las cosas (1:17a), y por Jesús todas las cosas subsisten: (1:17b); y además, dado que Jesús es puesto por cabeza del cuerpo que es la iglesia (1:18a), y Jesús es el principio de todas las cosas (1:18b), y Jesús es el primogénito de los muertos. Y no solo eso, sino que también, Jesús tiene Señorío sobre todas las cosas: para que en todo tenga el primado (1:18d), y Jesús es quien le da vida a todas las cosas: Por cuanto agradó al Padre que en Él habitase toda plenitud, (1:19), y por Jesús se establece la reconciliación del hombre para con Dios, y por Él todo lo creado vuelve a su estado original como fue creado antes de la desobediencia de Adam: Y por él reconciliar todas las cosas a sí, pacificando por la sangre de su cruz, así lo que está en la tierra como lo que está en los cielos (1:20); Pablo concluye, ¿Qué hacen ustedes permitiendo enseñanzas adicionales que en nada superan todo lo que se les ha enseñado por el Evangelio?

Así que, a manera de certificación del mensaje del Evangelio, Pablo decreta, nadie os juzgue en comida, o en bebida, o en parte de día de fiesta, o de nueva luna, o de sábados: (2:16),  nadie os prive de vuestro premio, afectando humildad y culto a los ángeles (2:18a). El apóstol deja bien claro que quienes han visitado a las comunidades con este tipo de enseñanzas, enseñan lo que no ha visto, vanamente hinchado en el sentido de su propia carne (2:18b), y no están unidos a la cabeza (2:19a), y por lo tanto no están siendo alimentados ni coordinados en el cuerpo, según el crecimiento en aumento de Dios (2:19b).

Pablo finaliza con una exhortación: Si sois muertos con Cristo cuanto a los rudimentos del mundo, ¿por qué como si vivieseis al mundo, os sometéis a ordenanzas, Tales como, No manejes, ni gustes, ni aun toques, (Las cuales cosas son todas para destrucción en el uso mismo), en conformidad a mandamientos y doctrinas de hombres?  Tales cosas tienen a la verdad cierta reputación de sabiduría en culto voluntario, y humildad, y en duro trato del cuerpo; no en alguna honra para el saciar de la carne.

 


Las citas bíblicas son tomadas de la Versión Reina-Valera Antigua, 1909 (RVA)

 


Pastor Pedro Montoya

Tel Cel. (407) 764-2699

Twitter: @pastormontoya

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acerca del ministerio

El Ministerio Apostólico y Profético Cristo Rey es un ministerio de instrucción y capacitación doctrinal, según las enseñanzas de Jesús establecidas en el Evangelio del Reino de los Cielos.

Proclamamos que Jesús el Cristo es Dios encarnado, para que, por la Fe en su Nombre, y en arrepentimiento ante Él, el hombre y la mujer alcancen perdón de pecados, y sean reconciliados con el Padre.

Nuestra labor es instruir y capacitar a hombres y mujeres que buscan desarrollarse en la vida de Fe, y preparar en la labor ministerial a aquellos que tienen un llamado al ministerio en la proclamación del Evangelio.
Nuestro énfasis ministerial es en liberación y en guerra espiritual.

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