Y dijo: No te llegues acá: quita tus zapatos de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es.
Éxodo 3:5
Para acercarnos al Señor no necesitamos quitarnos nuestros atuendos, ni cambiarlos por otros, a menos que las cosas que usamos tengan un valor espiritual que mantenerlos signifique resistencia a la voz de Dios.
Para acercarnos a Dios necesitamos cambiar nuestra actitud hacia Él, y hacia su Voluntad. Ya el salmista David lo estipulaba cuando señaló, que Dios demanda un corazón dispuesto a someterse a su Voluntad.
Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; Y salvará a los contritos de espíritu.
Salmo 34:18
Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado: Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.
Salmo 51:17
La vida de fe no consiste en la ropa que vestimos, ni depende de rituales de vestiduras como para que Él pueda manifestarse. Ya el apóstol Pablo lo había establecido, cuando guiado por el Espíritu Santo estableció que el Reino de los Cielos no depende de comida ni de bebida,
Que el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia y paz y gozo por el Espíritu Santo.
Romanos 14:17
Dios mira el corazón del hombre, su disposición a servir, y a escuchar Su Voz,
Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová mira no lo que el hombre mira; pues que el hombre mira lo que está delante de sus ojos, mas Jehová mira el corazón.
I Samuel 16:7
Si esto es así, ¿Por qué a Moisés le fue exigido que se quitara el calzado de sus pies? Y no solo a él, a Josué se le presentó también la misma demanda.
Y el Príncipe del ejército de Jehová respondió a Josué: Quita tus zapatos de tus pies; porque el lugar donde estás es santo. Y Josué lo hizo así.
Josué 5:15
Ante esta situación, ¿es posible que Dios nos demande algo parecido? Hay elementos materiales que son dotados de un valor que trasciende a lo material, y no por sí mismos, sino porque nosotros se los entregamos. Cuando hablamos de que el valor trasciende a lo material nos referimos a valores espirituales. Para entenderlo, revisemos varios casos.
El calzado es presentado como un símbolo de gobierno,
Hierro y metal tu calzado, Y como tus días tu fortaleza.
Deuteronomio 33:25
En algunos casos, de tiranía y menosprecio,
¿Por qué habéis hollado mis sacrificios y mis presentes, que yo mandé ofrecer en el tabernáculo; y has honrado a tus hijos más que a mí, engordándoos de lo principal de todas las ofrendas de mi pueblo Israel?
I Samuel 2:29
Bajo esta representación, el calzado puede adoptar valores espirituales de orgullo, soberbia, vanidad, altivez. Quitar el calzado de tu pie puede significar, quitar el orgullo y la soberbia; es decir, es una demanda de humillarse ante el Señor.
El calzado es presentado también como un símbolo de logros y riquezas,
Aquel día quitará el Señor el atavío de los calzados, y las redecillas, y las lunetas; 19Los collares, y los joyeles, y los brazaletes;
Isaías 3:18-19
Bajo esta representación, el calzado puede adoptar valores espirituales de ostentación, arrogancia, menosprecio hacia los demás, etc. Quitar el calzado de tu pie significa quitar tales actitudes, y deponerlas, y no hacer acepción de personas.
Todavía un caso mas, y es el caso aplica a la situación de Moisés.
El calzado es presentado como un símbolo de hacer negocios, y establecer testimonio de contratos permanentes.
Había ya de largo tiempo esta costumbre en Israel en la redención o contrato, que para la confirmación de cualquier negocio, el uno se quitaba el zapato y lo daba a su compañero: y este era el testimonio en Israel.
Ruth 4:7
El calzado adopta el valor espiritual de dignidad. Es la dignidad de la persona, su integridad, su palabra, su veracidad están empeñados en el calzado. Arrebatarle a alguien el calzado era sinónimo de deshonrarlo, sinónimo de avergonzarlo,
Llegaráse entonces su cuñada a él delante de los ancianos, y le descalzará el zapato de su pie, y escupirále en el rostro, y hablará y dirá: Así será hecho al varón que no edificare la casa de su hermano. 10Y su nombre será llamado en Israel: La casa del descalzado.
Deuteronomio 25:9-10
Nadie puede tocar, ni osar usar el calzado de otro; es atentar contra su integridad, contra su dignidad, y puede ser entendido como una forma de revelarse en contra de él. Por eso, cuando Juan el Bautista dijo que no era digno de desatar la correa de su calzado,[1] estaba diciendo que la dignidad de Jesús era tal, que ni siquiera desatar la correa de su calzado era posible.
Así que, cuando Dios le demanda a Moisés que se quite el calzado de su pie, la demanda hacia él, y eventualmente a Josué también, era que no se acercara ante Dios con su propia dignidad, lo cual significa, con su propia justicia, con su propia capacidad espiritual de entender a Dios.
Quita tu nivel de desarrollo espiritual, tus galones espirituales, tus títulos de ministro, y acércate ante Él con la necesidad de ser guiado e instruido por Él. Una forma de hacer compromiso ante Él.
Guíame, Jehová, en tu justicia a causa de mis enemigos; Endereza delante de mí tu camino.
Salmo 5:8
Enséñame, oh Jehová, tu camino, Y guíame por senda de rectitud, A causa de mis enemigos.
Salmo 27:11
Guíame por la senda de tus mandamientos; Porque en ella tengo mi voluntad.
Salmo 119:35
Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno.
Salmo 139:24
Cuando una persona hace pacto con el Señor, muchas cosas cambian, a partir de dentro hacia afuera. No puede ser el mismo. Hay evidencias físicas que revelarán su disposición de seguir al Señor y ser enseñado por Él.
Cuando venimos al Señor, es necesario quitarnos el calzado de nuestro pie, porque estamos ya en un lugar santo.
Y tú, ¿estás dispuesto a quitarte el calzado de tu pie?
Preguntas de evaluación de aprendizaje
De acuerdo con lo presentado en esta lección, responda:
- ¿Qué significados tiene el quitarse el calzado? explique
- ¿Qué significa la expresión “Nadie puede tocar, ni osar usar el calzado de otro”?
Copie las preguntas junto con sus respuestas y envíelas por mensaje de WhatsApp
Pastor Pedro Montoya
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[1] Lucas 3:16