¿Por qué no somos Íntegros? Razón número 2: Porque no nos sometemos a los procesos de enseñanza y de vivencia por los cuales Dios nos capacita


El que anda en integridad, y obra justicia, Y habla verdad en su corazón.

Salmo 15:2

Este punto puede ser enunciado también de la siguiente forma: Porque no vemos enseñanza en las experiencias diarias, y huimos de ellas.

Dios está presente en todo lugar y en todo tiempo, y aunque esta declaración forma parte del conocimiento general que acerca de Dios tenemos, en la realidad la idea de la presencia de Dios ha sido otra; pues no hemos visto a Dios en los lugares que frecuentamos, ni en las experiencias que hemos vivido.

No hemos podido conciliar el concepto de que Dios es Todopoderoso con la idea de que Él mantenga una cierta pasividad ante las circunstancias de nuestra vida, incluso en muchos casos predomina la idea de que ciertas circunstancias son “accidentes” que toman a Dios por sorpresa.

La aparente «pasividad» no es porque Dios no esté interactuando con el hombre, sino porque no vemos lo que quisiéramos ver.

La razón de por qué no vemos a Dios en los lugares ni en las experiencias, es porque asociamos a Dios con problemas y esperamos que aparezca para resolverlos. Obviamente al no ver nuestros problemas resueltos, no vemos a Dios.

Dios no es un resuelve problemas, su presencia es para establecer dirección. Dios establece enseñanza con el propósito de que alcancemos integridad, y seamos perfectos, no para que tengamos una existencia llena de placeres y de antojos.

Toda Escritura es inspirada divinamente y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instituir en justicia,

2da. Timoteo 3:16

La Biblia establece que Dios capacita y enseña a quienes en Él confían sobre cómo enfrentar la vida para establecer en la tierra Su Voluntad.

Guardadlos, pues, y ponedlos por obra: porque esta es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia en ojos de los pueblos, los cuales oirán todos estos estatutos, y dirán: Ciertamente pueblo sabio y entendido, gente grande es ésta.

Deuteronomio 4:6

Y lo hace no solo a través de su Palabra, sino también activando enseñanza a través de las experiencias cotidianas de cada quien.

Y de los hijos de Issachâr, doscientos principales, entendidos en los tiempos, y que sabían lo que Israel debía hacer, cuyo dicho seguían todos sus hermanos.

Libro 1 Crónicas 12:32

Precisamente por esta ingenuidad acerca de cómo entender el propósito de las circunstancias fue que Jesús reprochó a los escribas y fariseos de su tiempo,

Y a la mañana: Hoy tempestad; porque tiene arreboles el cielo triste. Hipócritas, que sabéis hacer diferencia en la faz del cielo; ¿y en las señales de los tiempos no podéis?

Mateo 16:3

Si revisamos el salmo 19 veremos que hay enseñanza divina durante todo día, y aun durante la noche,

El un día emite palabra al otro día, Y la una noche a la otra noche declara sabiduría. 3No hay dicho, ni palabras, Ni es oída su voz. 4Por toda la tierra salió su hilo, Y al cabo del mundo sus palabras. En ellos puso tabernáculo para el sol.

Salmo 19:2-4

Cada situación cotidiana, cada experiencia diaria, a favor o contraria, son escuela de Dios para traernos «sabiduría» y hacernos entrar en razón acerca de lo que Él nos está declarando a gritos.

Clama en los principales lugares de concurso; En las entradas de las puertas de la ciudad dice sus razones:¿Hasta cuándo, oh simples, amaréis la simpleza, Y los burladores desearán el burlar, Y los insensatos aborrecerán la ciencia? –

Proverbios 1:21-22

Y no nos referimos a las consabidas enseñanzas generales, de paciencia, de amor, de fe, cuando decimos, -Dios me está enseñando a tener paciencia, a tener amor por el prójimo, a tener fe.

No se trata tampoco de buscar «razones» que expliquen el fenómeno de las experiencias, sino de encontrar la enseñanza para alcanzar por ella la sabiduría de operación.

Se trata de enseñanza especifica, enseñanza personalizada, según el nivel de desarrollo espiritual de cada quien.

Por vereda de justicia guiaré, por en medio de sendas de juicio;

Proverbios 8:20

Todo lo que acontece a nuestro alrededor tiene el propósito de enseñarnos, de confrontarnos, de capacitarnos, para que aprendamos a actuar –y a establecer– conforme los protocolos del Reino de Dios sobre la tierra. Nada es accidente.

Dios enseña y capacita a quienes en Él confían, y lo hace activando circunstancias para por ellas establecer escuela de crecimiento espiritual personalizadas.

En la Biblia descubrimos que muchas de las revelaciones de los hombres de Dios vinieron por intermedio de experiencias, algunas de ellas dolorosas.

Pese a que tenía mucho conocimiento acerca de quién es Dios, Job conoció sobre el significado de integridad a través de la experiencia de la enfermedad en su piel,

Y RESPONDIÓ Job a Jehová, y dijo: 2Yo conozco que todo lo puedes, Y que no hay pensamiento que se esconda de ti. 3¿Quién es el que oscurece el consejo sin ciencia? Por tanto yo denunciaba lo que no entendía; Cosas que me eran ocultas, y que no las sabía. 4Oye, te ruego, y hablaré: Te preguntaré, y tú me enseñarás. 5De oídas te había oído; Mas ahora mis ojos te ven.

Job 42:1-5

Mucha gente de Jerusalén y de las provincias vecinas recibió el testimonio del Evangelio por la muerte y eventual resurrección de Lázaro,

Entonces mucha gente de los judíos entendió que él estaba allí; y vinieron no solamente por causa de Jesús, mas también por ver a Lázaro, al cual había resucitado de los muertos.

Juan 12:9

El apóstol Pedro entendió sobre el misterio de la inclusión de los gentiles a través de la experiencia con Cornelio,

Entonces me acordé del dicho del Señor, como dijo: Juan ciertamente bautizó en agua; mas vosotros seréis bautizados en Espíritu Santo.

Hechos 11:16

Y así, podríamos seguir estableciendo ejemplo tras ejemplo que nos ilustren la forma de cómo Dios utiliza las experiencias diarias como escuela de capacitación, incluso para algunos, de tipo ministerial.

Todas las circunstancias vienen para establecer la Gloria de Dios. Para que se establezca por intermedio de los justos el conocimiento de la Gloria de Dios.

Y sabemos que á los que á Dios aman, todas las cosas les ayudan á bien, es á saber, á los que conforme al propósito son llamados. –

Romanos 8:28

¿Qué enseñanza hay detrás de poner la otra mejilla tras el golpe en la primera? ¿Qué enseñanza tras la capa que se entrega cuando ya entregamos la ropa? ¿Qué enseñanza tras llevar la carga por una milla extra cuando solo nos pidieron llevarla por una milla?

Hay enseñanza, no hay duda, de lo contrario Jesús no las hubiera recomendado. Nos enseñan a permitir que sea Dios quien establezca nuestra justicia; nos enseñan a no retener nada para nosotros mismos sabiendo que Dios vela por nuestras necesidades; nos enseñan a entender que nuestra victoria está en Él y no en nuestras formas de abrirnos paso.

¿Por qué no somos íntegros? Porque no hemos integrado a nuestra conciencia que las experiencias diarias son lecciones de crecimiento, de madurez, de discernimiento, de integridad. Obviamente, si no las hemos integrado, nunca trataremos de descubrir la enseñanza que querían establecernos, razón por la cual vinieron.

POR tanto, dejando la palabra del comienzo en la doctrina de Cristo, vamos adelante á la perfección; no echando otra vez el fundamento; no arrepentimiento de obras muertas, y de la fe en Dios, –

Hebreos 6:1

Finalmente, contestemos dos preguntas: primero, ¿por qué algunas situaciones nos afectan por mucho tiempo, es decir, por qué duran entre nosotros por mucho tiempo?; y segundo, ¿por qué otras situaciones son repetitivas?

Unas situaciones duran mucho tiempo porque nos resistimos a aceptar un cambio que Dios quiere introducir en nuestra vida, porque no queremos desprendernos de algo, o sencillamente por soberbia y orgullo.

Las Escrituras establecen que las situaciones toman tiempo hasta que la persona entienda y acepte el cambio que Dios está introduciendo en su vida.

Que te echarán de entre los hombres, y con las bestias del campo será tu morada, y con hierba del campo te apacentarán como a los bueyes, y con rocío del cielo serás bañado; y siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que entiendas que el Altísimo se enseñorea en el reino de los hombres, y que a quien él quisiere lo dará.

Daniel 4:25

Otras situaciones se convierten en situaciones repetitivas porque la persona se resiste a someterse a la soberanía de Dios.

Y aconteció que le vino una grande hambre, y quiso comer; pero mientras disponían, sobrevínole un éxtasis; 11Y vio el cielo abierto, y que descendía un vaso, como un gran lienzo, que atado de los cuatro cabos era bajado a la tierra; 12En el cual había de todos los animales cuadrúpedos de la tierra, y reptiles, y aves del cielo. 13Y le vino una voz: Levántate, Pedro, mata y come. 14Entonces Pedro dijo: Señor, no; porque ninguna cosa común e inmunda he comido jamás. 15Y volvió la voz hacia él la segunda vez: Lo que Dios limpió, no lo llames tú común. 16Y esto fue hecho por tres veces; y el vaso volvió a ser recogido en el cielo.

Hechos 10:10-16

¿Qué enseñanza hay detrás de lo que nos está aconteciendo ahora mismo?

¿Hasta cuándo durará la situación que hoy nos agobia, o sencillamente no entendemos?

¿Por qué de nuevo la misma situación, por qué otra vez la misma experiencia?

¿Hasta cuándo, Señor?

Hasta que entiendas.

Las experiencias no son ni premio ni castigo, idea medieval con la cual la religión se conformó como tal. Las experiencias son escuela, son capacitación, sin instrucciones para alcanzar posiciones de autoridad. Para establecer vida en las regiones que habitamos.

¡Aprendamos, estamos en la escuela profética de Dios!!

¿Qué me has de enseñar hoy, Señor?


Preguntas de evaluación de aprendizaje

De acuerdo con lo presentado en esta lección, responda:

  • ¿Por qué algunas situaciones duran entre nosotros por mucho tiempo?
  • ¿por qué hay situaciones que se repiten varias veces en nuestras vidas?
  • ¿Qué enseñanza hay en la expresión de Jesús de poner la otra mejilla cuando nos han pegado en una de ellas?

Copie las preguntas junto con sus respuestas y envíelas por mensaje de WhatsApp


Pastor Pedro Montoya

Publicado por pastor Pedro Montoya

Life in Christ Jesus is the result of faith, of believing that Jesus of Nazareth is God incarnate and manifested as the Son of God, in order to, by His doctrine and example, reveal the way of reconciliation with the Creator whom He presented as the Father. Faith is a Revelation in itself, because no one can believe that God becomes man and maintains his status as God at the same time; faith is therefore the only way to find Jesus.

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