Y COMO fue nacido Jesús en Bethlehem de Judea en días del rey Herodes, he aquí unos magos vinieron del oriente a Jerusalem, 2Diciendo: ¿Dónde está el Rey de los Judíos, que ha nacido? porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle. Mateo 1:1,2
La iglesia cristiana se enfrenta este 24 y 25 de diciembre a su más grande reto de fe: ¿Debo celebrar la navidad? ¿Nos es lícito envolvernos en la dinámica de los regalos, de las cenas navideñas, de los cultos de navidad?
La situación es complicada, porque no se trata solamente de una costumbre religiosa que convencionalmente se escogió como la fecha de celebración del nacimiento de Jesús.
Se trata de una costumbre que nace dentro de la religiosidad pagana del imperio romano, y que por conveniencia estratégica, de gobierno y hegemonía territorial, la iglesia católica apostólica romana adoptó como fecha aprobada para la celebración del nacimiento de Jesús.
¿Por qué se escogió la fecha del 25 de diciembre? Una explicación bastante difundida es que los cristianos optaron por día porque, a partir del año 274, el 25 de diciembre se celebraba en Roma el dies natalis Solis invicti, el día del nacimiento del Sol invicto, la victoria de la luz sobre la noche más larga del año. Esta explicación se apoya en que la liturgia de Navidad y los Padres de la época establecen un paralelismo entre el nacimiento de Jesucristo y expresiones bíblicas como «sol de justicia» (Malaquias 4,2) y «luz del mundo» (Juan 1,4ss.). Sin embargo, no hay pruebas de que esto fuera así y parece difícil imaginarse que los cristianos de aquel entonces quisieran adaptar fiestas paganas al calendario litúrgico, especialmente cuando acababan de experimentar la persecución. Es posible, no obstante, que con el transcurso del tiempo la fiesta cristiana fuera asimilando la fiesta pagana.[1]
Aceptar esta fecha, y la celebración de lo que se fundamentó sobre una costumbre pagana, idolátrica, nos contamina y nos vuelve vulnerables ante las fuerzas de las tinieblas que buscan posicionarse sobre regiones enteras.
La Biblia nos advierte de lo que sucede cuando aceptamos aquellas prácticas que se han introducido en nuestras congregaciones con el carácter de doctrina,
Si alguno viene a vosotros, y no trae esta doctrina, no lo recibáis en casa, ni le digáis: ¡bienvenido! 11Porque el que le dice bienvenido, comunica con sus malas obras. 2da. Juan 10,11
Aceptar la navidad y celebrarla como una festividad religiosa aceptada por las Escrituras es aceptar una doctrina apostata. Es una doctrina que adormece el discernimiento, que disipa los sentidos, y que nos sujeta a las huestes demoniacas que operan en las regiones celestes.
Es un conflicto doctrinal que trastoca la santidad del llamado y de la fe en Jesús, y no se resuelve con dar una respuesta liviana, de que no importa la fecha, que lo que cuenta es la celebración del nacimiento del Salvador del mundo; una celebración en una fecha que no corresponde significa “mover” los ciclos de Revelación, y por consiguiente, abrir puertas espirituales por las cuales tienen acceso las tinieblas.
¿Cuándo nació Jesús realmente? ¿Es posible saberlo? ¿Para qué nos sirve determinarlo?
Sí, es posible determinarlo. La Biblia nos presenta forma para hacerlo. Determinar la fecha nos sirve para denunciar la maldad de una fecha pagana que establece gobierno espiritual sobre regiones enteras, y son la causa del deterioro de muchas de nuestras comunidades de fe.
Jesús nació en el día de Yom Kippur, el día 10 del séptimo mes del calendario hebreo, de un año de Jubileo.
En términos generales, este día es presentado en las Escrituras como el día de las expiaciones. Nosotros lo conocemos mas como el día de la remisión de los pecados. El día cuando el Sumo Sacerdote entraba al lugar Santísimo y ofrecía sacrificio por los pecados de la nación entera.
Ninguna obra haréis en este mismo día; porque es día de expiaciones, para reconciliaros delante de Jehová vuestro Dios. Levítico 23:28
Sin embargo, el día de las expiaciones de un año de Jubileo tenía todavía un valor espiritual mucho mayor:
Entonces harás pasar la trompeta de jubilación en el mes séptimo a los diez del mes; el día de la expiación haréis pasar la trompeta por toda vuestra tierra. Levítico 25:9
El año de Jubileo era constituido en un año santo, y el día de las expiaciones tenía un valor espiritual único, que se repetía solo cada cincuenta años. Significaba Día de perdón por los pecados. Día de pregón de libertad a todos sus moradores. Día de recuperar las posesiones empeñadas. Día de recuperar la libertad para quienes habían caído en esclavitud. Día de remisión de deudas. Día de reajuste de precios. En términos generales, el día de la expiación para un año de Jubileo significaba un Día para cerrar ciclos de desgracia.
Si comparamos todo este significado con la declaración del profeta Isaías citada por Jesús el día que prácticamente inició su ministerio mesiánico, veremos que mucho de lo que el profeta señaló proféticamente es un resumen del significado del día de las expiaciones,
1EL espíritu del Señor Jehová es sobre mí, porque me ungió Jehová; hame enviado á predicar buenas nuevas á los abatidos, á vendar á los quebrantados de corazón, á publicar libertad á los cautivos, y á los presos abertura de la cárcel; 2A promulgar año de la buena voluntad de Jehová, y día de venganza del Dios nuestro; á consolar á todos los enlutados; 3A ordenar á Sión á los enlutados, para darles gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar del luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya. Isaías 61:1-3 (Lucas 4:17—19)
Si observamos en el texto del profeta Isaías, el año de la buena Voluntad de Jehovah, o año agradable del Señor, según la lectura de Lucas, es precisamente el año de Jubileo, pues es el año donde se pone de manifiesto la razón de por qué Dios los sacó de Egipto,
Yo Jehová vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto, para que no fueseis sus siervos; y rompí las coyundas de vuestro yugo, y os he hecho andar el rostro alto. Levítico 26:13
En ese día, al comienzo del día, es decir, a la caída del sol, se emitía el decreto de que todos recuperaban lo perdido: el esclavo recuperaba la libertad, al endeudado le era condonada la deuda, y los que habían entregado sus propiedades por pobreza, las recuperaban.
Y santificaréis el año cincuenta, y pregonaréis libertad en la tierra a todos sus moradores: Levítico 25:10
Comparando este último texto con el propósito de la venida de Jesús a la tierra, notamos que el establecimiento del propósito del día de las expiaciones es el mismo propósito de la presencia de Jesús en la tierra; el paralelismo nos conduce a entender que el nacimiento de Jesús se dio precisamente la noche que se pregonaba libertad en la tierra a todos sus moradores,
Porque el Hijo del hombre ha venido para salvar lo que se había perdido. Mateo 18:11; Lucas 19:10
Todos en Jesús retornan a la condición de Gracia bajo la cual Dios los constituyó como imagen y semejanza de Dios.
La Biblia presenta los siguientes hechos como evidencias de que la noche del nacimiento de Jesús correspondió al día de las expiaciones,
Y subió José de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Bethlehem, por cuanto era de la casa y familia de David; Lucas 2:4
Compárese con lo que la Ley estipula sobre la recuperación de las heredades,
Y santificaréis el año cincuenta, y pregonaréis libertad en la tierra a todos sus moradores: este os será jubileo; y volveréis cada uno a su posesión, y cada cual volverá a su familia. Levítico 25:10
Jesús nace en Belén. José y María viajan una gran distancia, de Nazareth de Galilea, al norte, hasta Belén, al sur, no tanto por cumplir con el edicto de empadronamiento por parte de Augusto Cesar; sino porque espiritualmente están obedeciendo y cumpliendo con lo estipulado en la Palabra de Dios, de volver a su posesión, y a su familia.
Esa noche la proclamación de libertad fue declarada de una forma muy singular, por la presencia del ángel del Señor junto a un coro celestial que proclamaron la llegada del cordero que quita el pecado del mundo. Comparemos los hechos descritos en el evangelio.
Y había pastores en la misma tierra, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su ganado. 9Y he aquí el ángel del Señor vino sobre ellos, y la claridad de Dios los cercó de resplandor; y tuvieron gran temor. 10Mas el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: 11Que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor. Lucas 2:8-11
La proclamación que el coro de ángeles estableció esa noche es similar a lo establecido en la Ley de Moisés,
Y repentinamente fue con el ángel una multitud de los ejércitos celestiales, que alababan a Dios, y decían: 14Gloria en las alturas a Dios, Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres. Lucas 2:13,14
Pastores y ángeles en una gran manifestación de Gloria y Poder establecen la proclama de libertad, anunciando el inicio del año agradable del Señor, el tiempo aceptable para venir ante Él y ponernos a cuenta.
6 Mas Cristo como hijo, sobre su casa; la cual casa somos nosotros, si hasta el cabo retuviéremos firme la confianza y la gloria de la esperanza. 7 Por lo cual, como dice el Espíritu Santo: Si oyereis hoy su voz, 8 No endurezcáis vuestros corazones Como en la provocación, en el día de la tentación en el desierto, Hebreos 3:6-8
El apóstol Juan describiendo la magnitud de la grandeza de este hecho, escribió,
Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad. Juan 1:14
Y más adelante, añade:
Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia por gracia. 17 Porque la ley por Moisés fue dada: mas la gracia y la verdad por Jesucristo fue hecha. Juan 1:16,17
El día de las expiaciones, el día cuando la nación tomaba de su plenitud, y por la Gracia de Dios eran expiados los pecados.
Jesús dio testimonio de que todos estos hechos estaban escritos en el Antiguo Testamento,
Y él les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliesen todas las cosas que están escritas de mí en la ley de Moisés, y en los profetas, y en los salmos. Lucas 24:44
Jesús nació el día diez del séptimo mes del calendario hebreo, en un año de Jubileo. Un día establecido para exaltar la Grandeza del Dios Todopoderoso que cuida de su pueblo, y quita todo aquello que atenta contra su integridad.
Guardadlos, pues, y ponedlos por obra: porque esta es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia en ojos de los pueblos, los cuales oirán todos estos estatutos, y dirán: Ciertamente pueblo sabio y entendido, gente grande es ésta. Deuteronomio 4:6
Un pueblo escogido y llamado para establecer Reino de Dios por los lugares a los cuales fuere enviado,
Y CUANDO todos los reyes de los Amorrheos, que estaban de la otra parte del Jordán al occidente, y todos los reyes de los Cananeos, que estaban cerca de la mar, oyeron como Jehová había secado las aguas del Jordán delante de los hijos de Israel hasta que hubieron pasado, desfalleció su corazón, y no hubo más espíritu en ellos delante de los hijos de Israel. Josué 5:1
Este es el reto de fe al que se enfrenta la iglesia que confiesa Su nombre.
No podemos pretender que Dios nos entregue revelación si antes no estamos dispuestos a soltar, a abandonar, a denunciar, la idolatría y el paganismo religioso institucional.
ASÍ que, amados, pues tenemos tales promesas, limpiémonos de toda inmundicia de carne y de espíritu, perfeccionando la santificación en temor de Dios. 2da. Corintios 7:1
Es necesario limpiar de inmundicia nuestra fe, nuestras creencias, nuestra proclamación en Cristo. El Espíritu urge que vivamos por lo que la Palabra de Dios ha establecido como la sabiduría de nuestra fuerza.
¿Qué vamos a hacer? Llegó el tiempo de la definición.
¿Someterse a costumbres paganas, idolátricas, aferrándose a ellas y buscando las formas de convertirlas en santas, cuando no lo son; o sufrir por causa del Nombre, y vivir según la pureza de la Palabra?
La obra de cada uno será manifestada: porque el día la declarará; porque por el fuego será manifestada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego hará la prueba. 1ra. Corintios 3:13
Queda descubierta la maldad de la fecha del 24 y 25 de diciembre. Es dejada en evidencia la apostasía en la que han entrado muchas congregaciones e iglesias cristianas. Es denunciado la locura y vanidad de muchos pastores que predican, enseñan y proclaman lo que Dios no dijo, ni los envió a predicar, ni a establecer.
EMPERO tú, habla lo que conviene a la sana doctrina: Tito 2:1
Pastor Pedro Montoya
Tel Cel. (407) 764-2699
Twitter: @pastormontoya
http://www.ministerioscristorey.com
[1] http://opusdei.org.pr/es-pr/article/3-por-que-se-celebra-el-nacimiento-de-jesus-el-25-de-diciembre/