Aprendiendo a caminar bajo el conocimiento de la manifestación de su Revelación
El apóstol está conduciendo a la comunidad de Filipos a reconocer el valor de las primeras enseñanzas del Evangelio que ellos recibieron cuando el apóstol visitó por primera vez la región. La introducción a la epístola hace un recuento somero de lo que significó para el apóstol aquella su primera visita, y las experiencias de fe que pudo establecer entre ellos.
Filipos para el apóstol es una comunidad de gran satisfacción en el Evangelio. En el saludo expresa su gratitud a Dios por la aceptación que la comunidad mostró hacia su persona y hacia el Evangelio: Doy gracias a mi Dios en toda memoria de vosotros, Siempre en todas mis oraciones haciendo oración por todos vosotros con gozo, Por vuestra comunión en el Evangelio, desde el primer día hasta ahora: (1:3—5).
A juzgar por la conclusión al capítulo uno: porque a vosotros os es concedido por Cristo, no solo que creáis en Él, sino que padezcáis por Él (1:29), las palabras del apóstol Pablo parecieran una exhortación de fe dirigidas a una comunidad que está siendo perseguida; Sin embargo, el hecho de que el apóstol repite en tres ocasiones la expresión, sintáis lo mismo, hace ver que la exhortación del apóstol está dirigida a corregir algunas tendencias doctrinales apostatas que se han establecido ya entre ellos:
- …que sintáis (φρονῆτε) lo mismo… sintiendo (φρονοῦντες) una misma cosa… (2:2)
- …todos los que somos perfectos, esto mismo sintamos (φρονῶμεν): (3:15)
- A Euodias ruego, y a Syntychê exhorto, que sientan (φρονεῖν) lo mismo en el Señor.(4:2)
Así, pues, la exhortación, que sintáis lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa, es el mandamiento de amor basado en las experiencias de fe que juntos, el apóstol y la comunidad, lograron desarrollar y establecer como el fundamento del Evangelio en Filipos. El propósito de la exhortación es advertir sobre “conductas” que no son convenientes dentro de la comunidad de fe: Solamente que converséis como es digno del evangelio de Cristo; para que, o sea que vaya a veros, o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, unánimes combatiendo juntamente por la fe del evangelio, (1:27); señaladas por el apóstol en el desarrollo de la epístola como conductas de tinieblas: Para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin culpa en medio de la nación maligna y perversa, entre los cuales resplandecéis como luminares en el mundo; (2:15)
En la conclusión general de su epístola el apóstol reúne toda la exhortación y la resume en una sola expresión: Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si alguna alabanza, en esto pensad. Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz será con vosotros. (4:8-9)
Esta instrucción, que sintáis lo mismo, sin embargo, no es una instrucción nueva, es decir, no es una expresión acuñada por el apóstol para advertir a la comunidad de Filipos de los riesgos a la fe de aceptar otro tipo de pensamiento. Encontramos en los relatos del desarrollo de la iglesia de Jerusalén que la exhortación del apóstol corre paralela con el convivio comunitario de tener todas las cosas en común que los miembros de la iglesia de Jerusalén desarrollaron en sus inicios, conducta que el escritor de la epístola a los Hebreos la define como la doctrina de la Palabra del comienzo.[1]
El escritor del libro de Hechos de los Apóstoles identifica que la conducta cerrada de los discípulos de Jerusalén,[2] no era una conducta resultado de las circunstancias de persecución de la iglesia, sino la obediencia a la doctrina establecida por Jesús luego de su resurrección: Y estando juntos, les mandó que no se fuesen de Jerusalén.[3] Los discípulos desarrollaron toda su actividad proclamativa en función del convivio comunitario de tener todas las cosas en común, tanto así que, los que se mudaron del extranjero a Jerusalén decidieron vender sus propiedades y disponerlo bajo la administración de los apóstoles:
Y vendían las posesiones, y las haciendas, y repartíanlas a todos, como cada uno había menester. Hechos 2:45
34 Que ningún necesitado había entre ellos: porque todos los que poseían heredades o casas, vendiéndolas, traían el precio de lo vendido, 35 Y lo ponían a los pies de los apóstoles; y era repartido a cada uno según que había menester. Hechos 4:34-35
Todas las referencias del escritor de Hechos de los Apóstoles dirigen al lector a entender que la conducta de ellos, de tener todas las cosas en común, obedece al establecimiento de una doctrina en particular.
Todos éstos perseveraban unánimes (προσκαρτεροῦντες ὁμοθυμαδὸν) en oración y ruego, con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos. Hechos 1:14
Y COMO se cumplieron los días de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos (πάντες ὁμοῦ ἐπὶ τὸ αὐτό); Hechos 2:1
Y perseverando unánimes (προσκαρτεροῦντες ὁμοθυμαδὸν) cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y con sencillez de corazón, Hechos 2:46
Y ellos, habiéndolo oído, alzaron unánimes (ὁμοθυμαδὸν) la voz a Dios, y dijeron: Señor, tú eres el Dios que hiciste el cielo y la tierra, la mar, y todo lo que en ellos hay; Hechos 4:24
En todas las referencias, la palabra en griego que predomina es, unánimes (ὁμοθυμαδὸν), que significa etimológicamente, “con un mismo sentir”, y que para los efectos del mensaje del Evangelio, significa, con una misma intención de ánimo.
El escritor de Hechos de los Apóstoles destaca con los términos por él utilizados en su redacción, que la actividad de los discípulos giró en torno a experiencias “comunes” (ὁμοθυμαδὸν), tales como: oración y ruego (1:14), cada día en el templo, partiendo el pan en las casas, y comían juntos (2:46); sobre todo, en la observancia de la doctrina de los apóstoles, y en la comunión, y en el partimiento del pan, y en las oraciones (2:42).
El uso de estos términos, y por la forma de redacción del escritor de Hechos de los Apóstoles, nos conduce a entender que el ejercicio de la fe de la iglesia de Jerusalén no fue su forma peculiar de celebrar y establecer el Evangelio, sino la forma estándar que todas las comunidades de fe surgidas de allí en adelante utilizaron para establecer la vida en Cristo Jesús, incluso las comunidades de trasfondo gentil. La conducta de todas las comunidades de fe estaba basada en hacer uso común de las cosas, esta actividad desarrollaba una actitud de tener una misma forma de pensar dentro de la comunidad.
Ninguna comunidad de fe constituida a partir de la proclamación del Evangelio del Reino podía innovar la forma de comunión, no existía semejante idea; el Evangelio se establecía en todo lugar juntamente con una misma costumbre de comunión. Los ejemplos los vemos claramente destacados en comunidades como la de Corinto, donde el apóstol “corrige” el abuso que los miembros de la comunidad estaban cometiendo en contra de la comunión.[4]
Así, entonces, la exhortación del apóstol Pablo de tener un mismo sentir, es la exhortación a “volver” a hacer las primeras cosas. Una exhortación similar encontramos en una de las epístolas que el apóstol le escribe a Timoteo:
Por lo cual te aconsejo que despiertes el don de Dios (que hagas las primeras cosas), que está en ti por la imposición de mis manos. 2 Timoteo 1:6
Una traducción libre de Filipenses 2:2 lee de la siguiente forma: para que TODOS (sean) de igual intención (το αυτο φρονητε), teniendo igual amor (αυτην αγαπην εχοντες), recíprocos (συμψυχοι), y con igual propuesta (comunitaria) (τὸ ἓν φρονουντες).
Es la exhortación a la unidad de propósito, a la unidad de convicción y a la unidad de doctrina. El Evangelio no es innovación de comunión ni de doctrina. La exhortación es similar a otra instrucción que el apóstol impartió a la comunidad de fe de Éfeso,
Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la edad de la plenitud de Cristo: Efesios 4:13
¿Cómo la comunidad de Filipos va a lograr tal cometido?
Pablo presenta en el desarrollo de su epístola dos tipos de instrucciones; instrucciones preventivas y formativas, con el propósito de que la comunidad fortalezca la común “comunión” del Evangelio según establecido por la visita del apóstol, e instrucciones de tipo correctivas, con el propósito de que la comunidad haga los ajustes doctrinales correspondientes,.
Instrucciones formativas
La exhortación busca formar el carácter del hombre y de la mujer de fe, como escribe en su epístola a los Gálatas, hasta que Cristo sea formado en vosotros.[5] Pablo pretende que la comunidad siga la instrucción, de allí la conclusión un poco más adelante: Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor; (2:12)
El apóstol acompaña con la exhortación las instrucciones correspondientes que la congregación debe seguir para formar en ellos la imagen del Dios invisible. La instrucción está resumida en una sola frase:
POR tanto, si hay alguna consolación en Cristo; si algún refrigerio de amor; si alguna comunión del Espíritu; si algunas entrañas y misericordias, Filipenses 2:1
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si hay alguna consolación en Cristo (ει τις ουν παρακλησις εν χριστω)
La expresión “consolación” (παρακλησις) es una referencia directa a la participación del Espíritu Santo (παρακλητος), al cual Jesús introdujo y presentó como el Espíritu de Verdad (το πνευμα της αληθειας).
Mas el Consolador (παρακλητος), el Espíritu Santo, al cual el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todas las cosas que os he dicho. Juan 14:26
Al Espíritu de verdad (το πνευμα της αληθειας), al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce: mas vosotros le conocéis; porque está con vosotros, y será en vosotros. Juan 14:17
Dado que “consolación” tiene que ver con el Espíritu Santo, y puesto que su función es recordar lo que Jesús enseñó, consolación en Cristo hace referencia a la exaltación de una enseñanza y/o doctrina de Jesús.
Empero cuando viniere el Consolador, el cual yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio de mí. Juan 15:26
Pero cuando viniere aquel Espíritu de verdad, él os guiará a toda verdad; porque no hablará de sí mismo, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que han de venir. Juan 16:13
¿Cómo llevar a cabo la instrucción de ser de igual intención, de tener igual amor, de ser recíprocos, y de tener igual propuesta? Estableciendo la enseñanza de Jesús que el Espíritu de Verdad les imparta y/o recuerde, sin ninguna alteración. Aunque Dios es el que en vosotros obra así el querer como el hacer, por su buena voluntad (2:13), no se trata de interpretar la Palabra, ni de innovar sobre ella, sino de ejecutarla.
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si algún refrigerio de amor (ει τι παραμυθιον αγαπης)
Es la referencia directa del apóstol acerca de las experiencias que él disfrutó con y entre ellos durante el tiempo de su estadía en la ciudad. El apóstol recuerda la dadivosidad de los hermanos de Filipos. En la conclusión a su epístola, el apóstol añade mas referencia a esto mismo: Mas en gran manera me gocé en el Señor de que ya al fin ha reflorecido vuestro cuidado de mí; de lo cual aún estabais solícitos, pero os faltaba la oportunidad. (4:10), y concluye: Empero todo lo he recibido, y tengo abundancia: estoy lleno, habiendo recibido de Epafrodito lo que enviasteis, olor de suavidad, sacrificio acepto, agradable a Dios. (4:18).
El refrigerio de amor es toda acción para beneficiar a otros supliéndoles sus necesidades.
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si alguna comunión del Espíritu; (ει τις κοινωνια πνευματος)
El término “comunión” (κοινωνια) es utilizado por los apóstoles para definir la común experiencia de la Cena del Señor.[6] La comunión del Espíritu es la expresión acuñada por el apóstol para referirse a la “güianza” del Espíritu. Compárese otras instrucciones que el apóstol comunica con otras comunidades de fe:
Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, los tales son hijos de Dios. Romanos 8:14
No os juntéis en yugo con los infieles: porque ¿qué compañía tienes la justicia con la injusticia? ¿y qué comunión la luz con las tinieblas? 2 Corintios 6:14
La comunión del Espíritu es la unión en obediencia con el Espíritu de Cristo,
Empero el que se junta con el Señor, un espíritu es. 1 Corintios 6:17
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si algunas entrañas y misericordias, (ει τινα σπλαγχνα και οικτιρμοι)
Entrañas y misericordias es la expresión del apóstol para referirse al amor de Cristo,
Mas Dios encarece su caridad para con nosotros, porque siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Romanos 5:8
Entrañas y misericordias es un amor de entrega, de sacrificio, de cuidado; en su epístola a los Tesalonicenses lo compara con el amor que la madre prodiga al fruto de su vientre,
Antes fuimos blandos entre vosotros como la que cría, que regala a sus hijos: 1 Tesalonicenses 2:7
Entrañas y misericordias es “adoptar” a los recién convertidos, y cuidarlos; es aprender a hacer las cosas no por vanagloria (2:3), ni mirando cada uno a lo suyo propio, sino cada cual también a lo de los otros (2:4). Este es el amor de entrañas de Jesús, el cual siendo en forma de Dios (2:6), se despojó de sus atributos divinos para tomar forma de siervo (2:7), para cumplir el propósito desde antes de la fundación del mundo, de llevar a la gloria a muchos hijos.[7]
Instrucciones correctivas
¿Cómo corregir las conductas que disienten de la misma forma de sentir que tiene la comunidad?
El apóstol lo resume en una sola frase: Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús: (2:5), Pablo utiliza el ejemplo de Jesús seguido en la Revelación del misterio de la Redención, y establece por él un protocolo de vida en Cristo Jesús:
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No se aferre a nada que le signifique merito personal:
Esta primera acción de vida está basada en la acción divina en Jesús de no aferrarse a su condición de Dios con tal de establecer la redención de la generación de Adam: El cual, siendo en forma de Dios, no tuvo por usurpación ser igual a Dios (2:6). Pablo explica en su epístola a los Efesios que Jesús encontró deleite en la decisión de no aferrarse a su condición de Dios, por amor de Adam y su generación,
Descubriéndonos el misterio de su voluntad, según su beneplácito, que se había propuesto en sí mismo, Efesios 1:9
Esta decisión y acción de no aferrarse a nada que signifique merito personal es según enseñanzas en otras epístolas, la acción de hacer morir al viejo hombre para que Cristo viva por el Espíritu de su Gracia,[8] lo cual debe hacerse con gozo por el hecho de ser participe de las aflicciones de Cristo.[9] La instrucción del apóstol Pablo se lee en el desarrollo de la epístola:
Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien en humildad, estimándoos inferiores los unos a los otros: 4 No mirando cada uno a lo suyo propio, sino cada cual también a lo de los otros. Filipenses 2:3-4
Haced todo sin murmuraciones y contiendas, Filipenses 2:14
Pero las cosas que para mí eran ganancias, helas reputado pérdidas por amor de Cristo. Filipenses 3:7
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Renuncie a toda capacidad humana:
La acción de vida promulgado en la obra de Jesús consistió en despojarse a sí mismo de todo atributo divino; Pablo lo describe de la siguiente forma: se anonadó a sí mismo (2:7).
Esta Revelación establece la definición de que Jesús operó en su ministerio sobre la tierra como hombre, y no como Dios; como hombre guiado por el Espíritu de Dios, como hombre sometido a la Voluntad del Padre.
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Filipenses 4:13
De allí que la declaración de Pablo, de que todo lo puedo en Cristo, signifique realmente la declaración de autoridad que posee todo hombre y toda mujer que ejerce según la operación del Espíritu. Juntamente con esta declaración, Pablo establece otra que aplica en todo lo que tiene que ver con la forma de sostenimiento de vida de un hombre y de una mujer sujeta al Espíritu,
Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. Filipenses 4:19
De alguna manera, las declaraciones de autoridad del apóstol se amparan en la declaración profética de Jeremías, en cuanto a la seguridad que tiene aquel que conoce al Señor, y dispuso estar bajo su Señorío.
Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová. Jeremías 17:5
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Siga instrucciones según la operación del Espíritu:
No se aferró a su condición de Dios, se despojó a sí mismo de sus atributos divinos, con estas palabras Pablo explica cómo fue que Jesús reveló en sí mismo el misterio de su Voluntad para llevar a cabo la reconciliación de la generación de Adam. Lo que sigue a continuación es parte de la Revelación de cómo Jesús le arrebató el derecho legal que Satanás mantenía sobre el hombre: hecho obediente hasta la muerte, y muerte de cruz (2:8).
En otra de sus epístolas, el apóstol explica que la desobediencia establece pecado, mientras que la obediencia establece Revelación y gobierno de Dios.
Porque como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así por la obediencia de uno los muchos serán constituidos justos. Romanos 5:19
La obediencia es llave del Reino. Así que, la acción de vida que Jesús estableció con obedecer al Padre abrió el camino para que todos aquellos que sigan por el mismo camino encuentren también vida y salvación, de allí la instrucción del apóstol,
Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor; Filipenses 2:12
La obediencia al Padre es el único camino que tiene el hombre y la mujer para asegurar para sí mismos la dirección del Espíritu.
Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, los tales son hijos de Dios. Romanos 8:14
Concluimos remitiéndonos a las palabras del apóstol,
para que TODOS (sean) de igual intención, teniendo igual amor, recíprocos, y con igual propuesta comunitaria. Filipenses 2:2
[1] Hebreos 6.1
[2] Hechos 5:13
[3] Hechos 1:4
[4] 1ra. Corintios 11:16-20
[5] Gálatas 4:19
[6] Hechos 2:42; 1ra. Corintios 10:16
[7] Hebreos 2:10
[8] Colosenses 3:5—9; Efesios 4:22
[9] Colosenses 1:24; 1ra. Pedro 4:13
Las citas bíblicas son tomadas de la Versión Reina-Valera Antigua, 1909 (RVA)
Pastor Pedro Montoya
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