Jesús, Señor y Cristo

A este Jesús que Vosotros Crucificasteis, Dios ha Hecho Señor y Cristo


¿Cómo Impartir Vida a través de Nuestras Palabras? …

..la fe nace de la Palabra..

El cual (Pedro) te hablará palabras por las cuales serás salvo tu, y toda tu casa. Hechos 11:14. (el paréntesis es una inserción nuestra)

Este pasaje de la vida del apóstol Pedro en la que él se ve expuesto a una situación no provocada por su propia agenda, ni dirigida a obtener resultados apostólicos de extendimiento del Reino, nos ilustra que la proclamación de la salvación y vida eterna va más allá del contenido que se comparte con los demás.

El ángel sabía lo que decía cuando le dijo a Cornelio: –él te hablará palabras por las cuales serás salvo tú, y toda tu casa; sin embargo, ¿le habría predicado Pedro a Cornelio sin que Dios hubiera antes intervenido, sabiendo que se trataba de un gentil, de un romano?

¡Cómo puedes dar palabras de salvación a alguien que no quieres que sea salvo!

Las palabras que producen Salvación y Vida Eterna no consisten en el mensaje per se, sino en la veracidad de las actitudes que desarrollamos hacia quienes las transmitimos, y en el compromiso ante Dios de que somos enviados en representación Suya para transmitir a nuestros interlocutores.

Si leemos con atención el relato de la historia, nos daremos cuenta de que la “predicación” del apóstol no pasó de ser un recuento histórico de lo que había acontecido en Jerusalén, no llegó a ser la proclamación de que Jesús es el Mesías, como en otras intervenciones del apóstol,

Y como comencé a hablar, cayó el Espíritu Santo sobre ellos también, como sobre nosotros al principio. Hechos 11:15

En la lectura del capítulo diez se verifica que el contenido del mensaje no fue profundo, sin referencias escriturales, como en los otros casos de predicaciones del apóstol.

Justo antes de que Cornelio enviara a buscar a Pedro, tal como le había instruido el ángel, el apóstol descubrió que nadie que no camine en integridad puede impartir a otras palabras de salvación.

Dios llevó a Pedro a confrontarse con su falta de integridad

El apóstol fue confrontado por Dios por su concepción discriminatoria hacia los gentiles. Él mismo lo confesó:

“Y les dijo: Vosotros sabéis que es abominable a un varón Judío juntarse o llegarse a extranjero;” (10: 28a)

En el relato se descubre que la confrontación de Dios sirvió para provocar en el apóstol cambios dirigidos a la estructuración de una adecuada integridad apostólica. La necesitaba para poder impartir vida a través de sus palabras.

En el camino de la construcción de su integridad, el apóstol descubrió que la integridad se fundamenta sobre el principio de no hacer acepción de personas.

mas me ha mostrado Dios que a ningún hombre llame común o inmundo; (10:28b)

Luego, el apóstol reconoció que otros pueden recibir igual o mayor contenido de revelación y de experiencias espirituales que las recibidas por ellos:

Y se espantaron los fieles que eran de la circuncisión, que habían venido con Pedro, de que también sobre los Gentiles se derramase el don del Espíritu Santo. (10:45)

Y, finalmente, la humildad de reconocer y aceptar la enseñanza que viene por intermedio de otros:

Entonces me acordé del dicho del Señor, como dijo: Juan ciertamente bautizó en agua; mas vosotros seréis bautizados en Espíritu Santo. 17Así que, si Dios les dio el mismo don también como a nosotros que hemos creído en el Señor Jesús Cristo, ¿quién era yo que pudiese estorbar a Dios? (11:16,17)

¿Cómo hubiera podido el apóstol hablar palabras de salvación a Cornelio y su casa teniendo el dentro de sí actitudes discriminatorias hacia ellos? ¿Qué autoridad espiritual habrían tenido sus palabras?

Confrontarse con su falta de integridad fue la lucha constante que el apóstol mantuvo durante toda su vida ministerial. En Antioquía de Siria lo vemos sufrir nuevamente la falta de veracidad que le provocaron sus conceptos discriminatorios hacia los gentiles:

11Empero viniendo Pedro a Antioquía, le resistí en la cara, porque era de condenar. 12Porque antes que viniesen unos de parte de Jacobo, comía con los Gentiles; mas después que vinieron, se retraía y apartaba, teniendo miedo de los que eran de la circuncisión. 13Y a su disimulación consentían también los otros Judíos; de tal manera que aún Bernabé fue también llevado de ellos en su simulación. Gálatas 2: 11-13

Un mensaje escaso de integridad por parte del mensajero sólo servirá para sembrar engaño y muerte, y el resultado será una obra carente de valor salvífico.

La salvación y vida eterna no se logra con el contenido de un mensaje, se imparte por palabras que son fieles a la integridad de la conducta de quien las imparte. Una persona que no es íntegra sólo establece mentira y muerte.

Hablamos vida sólo cuando hemos cultivado integridad, cuando nuestros actos responden a convicciones y no a intereses; cuando buscamos beneficio para los demás más que promoción personal; cuando estamos dispuestos a aprender y a entender que otro puede tener la revelación de lo que está sucediendo, y nos sentamos a aprender.

¿Cómo podemos hablar palabras de salvación si nuestros comportamientos son a menudo perversos? La mentira no solo es información falsa, es una intención perversa de prevalecer sobre otros; la mentira consiste en la actitud perversa de mostrar a otros una apariencia imaginaria para que vivan de la fantasía.

No necesitamos ser predicadores para impartir palabras de vida. Todos podemos impartir vida todos los días, en oficinas, en talleres, en comercios, en escuelas, en universidades, … en la calle… dondequiera. Lo único que necesitamos es integridad, el contenido del mensaje puede ser tan solo, ¡Paz!… y bastará.

¡Seas prosperado!

Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto. Mateo 5:48


Evaluación:

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Pastor Pedro Montoya



acerca del ministerio

El Ministerio Apostólico y Profético Cristo Rey es un ministerio de instrucción y capacitación doctrinal, según las enseñanzas de Jesús establecidas en el Evangelio del Reino de los Cielos.

Proclamamos que Jesús el Cristo es Dios encarnado, para que, por la Fe en su Nombre, y en arrepentimiento ante Él, el hombre y la mujer alcancen perdón de pecados, y sean reconciliados con el Padre.

Nuestra labor es instruir y capacitar a hombres y mujeres que buscan desarrollarse en la vida de Fe, y preparar en la labor ministerial a aquellos que tienen un llamado al ministerio en la proclamación del Evangelio.
Nuestro énfasis ministerial es en liberación y en guerra espiritual.

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