Programa núm. 13: martes 8 octubre, 2019
Introducción:
1ra. Juan 3:8. El que hace pecado, es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.
Para deshacer la obra de desobediencia
Génesis 2:17 Mas del árbol de ciencia del bien y del mal no comerás de él; porque el día que de él comieres, morirás.
Romanos 5:19 Porque como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así por la obediencia de uno los muchos serán constituidos justos.
Efesios 2:2 En que en otro tiempo anduvisteis conforme a la condición de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora obra en los hijos de desobediencia:
Efesios 5:6 Nadie os engañe con palabras vanas; porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia.
Hebreos 4:6—11 Así que, pues que resta que algunos han de entrar en él, y aquellos a quienes primero fue anunciado no entraron por causa de desobediencia, … 11Procuremos pues de entrar en aquel reposo; que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia.
2 Corintios 10:6 Y estando prestos para castigar toda desobediencia, cuando vuestra obediencia fuere cumplida.
Para deshacer la obra de pecado
1 Juan 3:5 Y sabéis que él apareció para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en él.
1 Juan 3:8 El que hace pecado, es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.
1 Juan 1:7 Mas si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión entre nosotros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.
1 Pedro 2:24 El cual mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros siendo muertos a los pecados, vivamos a la justicia: por la herida del cual habéis sido sanados.
Romanos 6:6—11 Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre juntamente fue crucificado con él, para que el cuerpo del pecado sea deshecho, a fin de que no sirvamos más al pecado… 11Así también vosotros, pensad que de cierto estáis muertos al pecado, mas vivos a Dios en Cristo Jesús Señor nuestro.