Módulo 8: Doctrina de los Juicios de Dios


¿Qué es la Doctrina de los Juicios de Dios?

Los juicios de Dios no es un tema nuevo como doctrina acuñada por los apóstoles. Es una doctrina originada en el momento de la desobediencia de Adam y Eva, cuando Dios los llama a rendir cuentas acerca de sus acciones.

Ha sido parte de la evolución misma del hombre. Aun el hombre no religioso advierte de la existencia de los juicios de Dios; esta concepción queda claramente evidenciada en el relato de cuando Jonás huye de su llamado a Nínive, en la embarcación que es azotada por la tempestad de la mar, los tripulantes se preguntan a sí mismos, “Venid, y echemos suertes, para saber por quién nos ha venido este mal” (Jonás Jon 1.7)

Dios ha establecido juicios sobre las naciones, y las ha visitado en varias ocasiones; unas culturas han desaparecido precisamente porque el juicio de Dios sobre ellas determinó que no debían seguir existiendo.

Los juicios de Dios tienen un propósito de redención y restauración, no significa necesariamente castigo. Este principio queda claro en las Palabras de Dios dadas por el profeta Jeremías, cuando dijo: “Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis” (Jeremías 29:11). El momento previo a dichas Palabras ya el profeta había advertido que Jerusalén seria destruida.

Sin embargo, la Biblia habla de un juicio extraordinario, de un juicio único, un juicio de mayor magnitud a todos los ya realizados; la Biblia habla del Juicio Eterno en el que se decide dónde la gente pasará la eternidad, un juicio basado en la Justicia de Dios donde se juzgará las acciones de cada quien, principalmente, sobre su decisión de aceptar o rechazar el Señorío de Jesús. Este juicio establece que unos serán arrojados al lago ardiendo de fuego y azufre, mientras otros vivirán eternamente en la presencia del Señor.

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