16 Y dijo: Por mí mismo he jurado, dice Jehová, que por cuanto has hecho esto, y no me has rehusado tu hijo, tu único; 17 Bendiciendo te bendeciré, y multiplicando multiplicaré tu simiente como las estrellas del cielo, y como la arena que está á la orilla del mar; y tu simiente poseerá las puertas de sus enemigos: 18 En tu simiente serán benditas todas las gentes de la tierra, por cuanto obedeciste á mi voz.
Génesis 22:16-18
¿Por qué es tan importante la fe de Abraham? La fe de Abraham es importante porque marca el inicio en la historia del proceso profético de la salvación. Aunque en la epístola a los Hebreos encontramos el registro de que hubo fe en otros hombres de Dios que existieron antes de Abraham,[1] la fe de ellos no diferente a la de Abraham, necesariamente, les sirvió para establecer la Voluntad de Dios sobre la tierra,[2] para así hacer diferencia entre ellos, los hijos de Dios, y la descendencia de Caín que había matado a Abel, generación conocida eventualmente como los ‘hijos de los hombres’, de quien eventualmente surgen las ‘hijas de los hombres’.[3] Nótese en la historia que cuando la fe de los hijos de Dios —la generación de Seth— fue trastornada por la unión generacional con las hijas de los hombres,[4] Dios dispuso destruir por diluvio la generación apostata que surgió de ellos; salvándose solo Noé y sus hijos para dejar testimonio a las futuras generaciones que la fe es vinculo de comunión con Dios, exclusivamente.
La fe de Abraham es importante porque establece sobre la tierra el valor de la justificación por la fe,
esta es la diferencia entre la fe de Abraham y la fe de los hombres de Dios que le precedieron; el apóstol Pablo dirigiéndose a la comunidad de fe de Roma, les escribe y les recalca que Abraham fue justificado por haberle creído a Dios;[5] así la fe justifica a quien actúa por ella, porque engrandece la Verdad de la Promesa, y a quien la otorga; luego, a manera de conclusión, el apóstol añade, que la fe abre apertura para la operación de la Gracia de Dios, que da vida y llama las cosas que no son como si fueran.[6]
Vemos, entonces, que no se trata solo de creer, sino sobre todo, de establecer sobre la tierra el valor de la Palabra de Dios, para que por ella otros sean iluminados y conozcan al Dios que les es invisible.[7]
¿Cómo se define la fe en Abraham? Lo que hasta ahora sabemos acerca de la fe de Abraham, es que la fe surgió en él por la acción de haber creído que Dios lo convertiría en ‘padre de muchedumbres’,[8] pese a que tanto él como Sarah su mujer eran de edad avanzada, y pese incluso, a que Sarah era una mujer estéril.[9]
Así, en su definición básica, la fe es creer en la promesa de Dios, sobre todo, creer aun cuando hay impedimentos naturales que imposibilitan el surgimiento y desarrollo de la promesa que Dios ha prometido.[10]
Sin embargo, hay otras definiciones de mayor trascendencia espiritual que nos es conveniente conocer. Revisando la situación de vida de Abraham a partir del momento de cuando recibió la promesa, observamos que la fe en Abraham no solo consistió en creerle a Dios, como acción puntual, consistió sobre todo, en actuar según lo que se había dicho de él, es decir, que sería ‘padre de muchedumbres’, sin realmente serlo aún;[11] el relato describe que desde el momento en que ‘creyó’ a la promesa del Señor, Abraham ‘integró’ una serie de enmiendas a su forma de vida para ‘acomodar’ la promesa de Dios a su existencia; Abraham caminó a partir de ese momento no guiado por una visión, Abraham vivió como siendo ya ‘padre de muchedumbres’, esta nueva forma de vida se constituyó en la realidad de su ‘caminar’ en perfección delante del Señor.[12]
A esos efectos, los actos de Abraham de partir por el medio una becerra, una cabra y un carnero, y caminar en medio de ellas, como señal de pacto,[13] junto con el acto de circuncisión de toda la población masculina de su casa,[14] la alteración a su nombre,[15] y otros actos afines,[16] son evidencia de las enmiendas a su forma de ser y vivir que Abraham introdujo como parte de haber ‘creído’ a la promesa de Dios.
Así, queda claro que la fe no es un acto puntual, y que aunque nace de la acción de ‘creer’ a la Palabra de Dios, la fe es una transformación de conducta y de forma de vida; ninguna convicción es fe en sí misma si no se implantan cambios en la forma de ser, la fe es entonces el obrar según la Palabra de promesa que se ha recibido.
La fe es una transformación de conducta y de forma de vida; ninguna convicción es fe en sí misma si no se implantan cambios en la forma de ser, la fe es entonces el obrar según la Palabra de promesa que se ha recibido.
20¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta?… 26Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras es muerta.
Santiago 2:20
Ahora bien, la fe aunque nace en el hombre que cree a/en la promesa de Dios, no es un atributo de la naturaleza humana; la fe es un atributo divino que es implantado en el hombre cuando ‘cree’ a la Palabra-Promesa,[17] el Espíritu de Verdad la imparte como ‘medida’ de acción;[18] y aquí cobra sentido el escrito del apóstol Pablo a la comunidad de fe de Roma, cuando dijo que la justificación es por fe para que así conste que la justificación es por la Gracia de Dios, a fin de que cada quien que obra por ella se esfuerce en fe a alcanzar la promesa de la Palabra.[19]
Así entonces, la fe es una virtud espiritual que se establece como fuente de transformación y conduce al creyente a vivir según la Voluntad de Dios, como está escrito, que el justo vivirá por la fe.[20]
Así, la fe no es una herramienta tan solo para ‘posibilitar’ la promesa de Dios, la fe no tiene una función instrumental; la fe es el recurso espiritual para vivir conforme a la Voluntad de Dios.[21] Abraham no vio en su tiempo el cumplimiento de que sería ‘padre de muchedumbres’, incluso tuvo que despedir al primero de sus hijos, Ismael, y estuvo casi a punto de sacrificar a Isaac, en quien se le había dicho que por él tendría cumplimiento del pacto de la promesa; sin embargo no dudó en hacerlo, porque la fe en Abraham no consistía en vivir por lo que se le había prometido, consistía en vivir agradando a Dios, estableciendo de esta manera la definición más sublime de fe: fe es entrega sin reserva, y sin demandar recibir nada a cambio; y precisamente por esta su fe le valió que muchos años más tarde Dios mismo acuñara la expresión: ‘Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob’,[22] Jesús retomó este hecho de Abraham y estableció por la expresión la enseñanza de que quien aprende a vivir por la fe vive para siempre delante de su Señor.[23]
La fe es el recurso espiritual para vivir conforme a la Voluntad de Dios
¿Qué más podríamos agregar? La fe es un credo activo, es conciencia de vida; la fe es vivir en la tierra bajo los principios de vida del cielo, es vivir con la conciencia de que somos peregrinos y advenedizos sobre la tierra,[24] es tener claro que hay un Dios Todopoderoso en los cielos ante quien llegaremos un día, pero delante de quien nos movemos todos los días de nuestra existencia terrena. La fe es un pacto delante de Dios, requiere el compromiso por vivir estableciendo hechos de vida según la fe;[25] solo quien desarrolla compromiso de vida según la fe es quien único puede desarrollarse como creyente, lo muestra claramente la expresión de Jesús, Ninguno que poniendo su mano al arado mira atrás, es apto para el reino de Dios.[26]
La fe es probada,[27] el propósito de las pruebas a la fe es para asegurarse que quien asegura caminar por ella sea encontrado digno de ser justificado por ella; si tienes fe, lucha por no dejar que las tinieblas la invaliden con filosofía religiosa.
Las citas bíblicas son tomadas de la Versión Reina-Valera Antigua, 1909 (RVA)
Pastor Pedro Montoya
Twitter: @pastormontoya
[1] Hebreos 11:2-7: 2 Porque por ella alcanzaron testimonio los antiguos… 4 Por la fe Abel … 5 Por la fe Enoc …. 7 Por la fe Noé, ….
[2] Génesis 4:26: Set tuvo también un hijo al que llamó Enós. Desde entonces se comenzó a invocar el nombre del Señor. (BLP)
[3] Génesis 6:2: Viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, tomáronse mujeres, escogiendo entre todas.
[4] Esdras 9:2: Porque han tomado de sus hijas para sí y para sus hijos, y la simiente santa ha sido mezclada con los pueblos de las tierras; y la mano de los príncipes y de los gobernadores ha sido la primera en esta prevaricación.
[5] Romanos 4:3: Porque ¿qué dice la Escritura? Y creyó Abraham a Dios, y le fue atribuido á justicia.
[6] Romanos 4:16-17: 16 Por tanto es por la fe, para que sea por gracia; para que la promesa sea firme a toda simiente, no solamente al que es de la ley, mas también al que es de la fe de Abraham, el cual es padre de todos nosotros. 17 (Como está escrito: Que por padre de muchas gentes te he puesto) delante de Dios, al cual creyó; el cual da vida a los muertos, y llama las cosas que no son, como las que son.
[7] Génesis 21:22: Y aconteció en aquel mismo tiempo que habló Abimelech, y Phicol, príncipe de su ejército, a Abraham diciendo: Dios es contigo en todo cuanto haces.
Génesis 23:6: Óyenos, señor mío, eres un príncipe de Dios entre nosotros; en lo mejor de nuestras sepulturas sepulta a tu muerto; ninguno de nosotros te impedirá su sepultura, para que entierres tu muerto.
[8] Génesis 17:4-5: 4Yo, he aquí mi pacto contigo: Serás padre de muchedumbre de gentes: 5Y no se llamará más tu nombre Abram, sino que será tu nombre Abraham, porque te he puesto por padre de muchedumbre de gentes.
[9] Génesis 11:30: Mas Sarai fue estéril, y no tenía hijo.
Génesis 18:11: Y Abraham y Sara eran viejos, entrados en días: a Sara había cesado ya la costumbre de las mujeres.
[10] Romanos 4:11-16: 11Y recibió la circuncisión por señal, por sello de la justicia de la fe que tuvo en la incircuncisión: para que fuese padre de todos los creyentes no circuncidados, para que también a ellos les sea contado por justicia; 12Y padre de la circuncisión, no solamente a los que son de la circuncisión, más también a los que siguen las pisadas de la fe que fue en nuestro padre Abraham antes de ser circuncidado…. 16Por tanto es por la fe, para que sea por gracia; para que la promesa sea firme a toda simiente, no solamente al que es de la ley, mas también al que es de la fe de Abraham, el cual es padre de todos nosotros.
[11] Génesis 15:5-6: 5 Y sacóle fuera, y dijo: Mira ahora a los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu simiente. 6 Y creyó á Jehová, y contóselo por justicia.
[12] Génesis 17: Y SIENDO Abram de edad de noventa y nueve años, aparecióle Jehová, y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí, y sé perfecto.
[13] Genesis 15:9-17
[14] Genesis 17:23
[15] Genesis 17:5
[16] Genesis 22:1-7
[17] Santiago 1:18-21: 18El, de su voluntad nos ha engendrado por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas… 21Por lo cual, dejando toda inmundicia y superfluidad de malicia, recibid con mansedumbre la palabra ingerida, la cual puede hacer salvas vuestras almas.
[18] Romanos 12:3: Digo pues por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con templanza, conforme a la medida de la fe que Dios repartió a cada uno.
[19] Romanos 4:16-20: 16 Por tanto es por la fe, para que sea por gracia; para que la promesa sea firme a toda simiente, no solamente al que es de la ley, mas también al que es de la fe de Abraham, el cual es padre de todos nosotros…. 20 Tampoco en la promesa de Dios dudó con desconfianza: antes fue esforzado en fe, dando gloria a Dios,
[20] Habacuc 2:4: He aquí se enorgullece aquel cuya alma no es derecha en él: mas el justo en su fe vivirá.
Romanos 1:17: Porque en él la justicia de Dios se descubre de fe en fe; como está escrito: Mas el justo vivirá por la fe.
[21] Génesis 17:1: Y SIENDO Abram de edad de noventa y nueve años, aparecióle Jehová, y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí, y sé perfecto.
[22] Éxodo 3:6: Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios.
[23] Mateo 22:32: Yo soy el Dios de Abraham, y el Dios de Isaac, y el Dios de Jacob? Dios no es Dios de muertos, sino de vivos. (Marcos 12:27; Lucas 20:38)
[24] Hebreos 11:13
[25] Hebreos 11:6: Empero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es menester que el que a Dios se allega, crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.
[26] Lucas 9:62
[27] Santiago 1:3: Sabiendo que la prueba de vuestra fe obra paciencia.
1 Pedro 1:7: Para que la prueba de vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual perece, bien que sea probado con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra, cuando Jesucristo fuera manifestado: