Inquietado por la visible tendencia a la confusión e incertidumbre que muchos hombres y mujeres de Fe manifiestan ante las situaciones de la vida que se escapan al entendimiento, buscando en la Biblia una respuesta que me explicara sobre qué dispara esta ‘deficiencia’ de Fe, el Señor me llevó a este salmo y me hizo ver cómo David compara la presencia del hombre con la Creación misma, para eventualmente explicar que aunque el hombre fue formado dentro del periodo mismo del ciclo de la Creación, el hombre no es parte de ella ni depende de ella para subsistir; una lección de fe y perfección que me llevó a entender que buena parte de la incertidumbre que abate y consterna a muchos hombres y mujeres de fe, se debe a que éstos están envueltos en agendas y actividades que Dios nunca les demandó que ejecutaran.

Existe una enorme diferencia entre un hombre de Fe y un hombre de ciencia, la diferencia es abismal, porque no se trata de que uno, el primero, es religioso, y el segundo es un ateo, es una diferencia prejuiciada; se trata de que uno ha depositado su confianza en Dios, sobre todo en lo que Dios ha hablado, mientras que el otro ha decidido confiar en datos estadísticos. Sin embargo, a medida el tiempo ha avanzado y la ciencia ha incrementado su influencia sobre toda la humanidad, la diferencia entre un hombre de Fe y un hombre de ciencia se ha acortado sustancialmente, encontrándonos con casos de hombres de Fe manteniendo estilos de vida basados en el pragmatismo científico.

Estos tiempos de pandemias son un claro ejemplo, muchas personas están sumidas en una terrible depresión, y aun el pánico ha hecho presa de ellos; muchos casos mostrando la sorpresa como si las mismas situaciones estuvieran fuera del control de Dios, viviendo una vida no conforme a la Fe sino como si la Fe fuera un asunto simbólico, útil tan solo como elemento para distinguir una confesión religiosa.

Hay quienes le achacan todos estos males al diablo, como si él fuera más fuerte que Dios; mientras que otros están viendo el desarrollo de los escenarios de sellos, trompetas y copas presentados en la visión apocalíptica. Cada quien presenta una idea acerca del asunto, pero muy pocos entienden que Dios está marcando el inicio de una etapa de Revelación previo a su venida,

Al cual de cierto es menester que el cielo tenga hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde el siglo.

Hechos 3:21

¿Qué debemos pensar acerca de lo que está sucediendo? ¿Qué debemos entender conforme a la obra de Dios sobre la tierra?


Una contundente respuesta a estas preguntas es presentada por David en este salmo,

4Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, Y el hijo del hombre, que lo visites? 5Pues le has hecho poco menor que los ángeles, Y coronástelo de gloria y de lustre. 6Hicístelo enseñorear de las obras de tus manos; Todo lo pusiste debajo de sus pies:

Salmo 8:4-6

¿Qué es el hombre? David comienza preguntándose acerca de la ‘creación’ del hombre; la primera intención de David es ver al hombre como parte material de la Creación de Dios, el término utilizado en el texto hebreo comienza con, מָֽה (pronombre), mostrando con ello que en la pregunta David presenta al hombre como si fuera ‘algo’ más de la Creación misma; de otra manera, David hubiera preguntado, ¿quién… (מִ֚י)?, y no, ¿qué…(מָֽה) es el hombre?.

No obstante, ya en la respuesta que David mismo entrega por la Revelación que le fue conferida, David destaca que el hombre no es UNA creación, es decir, el hombre no es parte material de la Creación; David presenta al hombre como una extensión de Dios: Hicístelo enseñorear de las obras de tus manos; Todo lo pusiste debajo de sus pies.

Los verbos, enseñorear (מְשִׁילֵהוּ), y pusiste (שַׁ֣תָּה), transmiten no solo la idea de una acción divina en favor del hombre, sino, y sobre todo, transmiten la atribución divina traspasada a él a través de la acción de su formación.

Esta Revelación es confirmada a través de las Palabras del profeta Isaías, cuando por comparación con el amor de una madre sobre el hijo que ha dado a luz, el profeta reclama la Soberanía y el amor Eterno de Dios sobre el hombre,

¿Olvidaráse la mujer de lo que parió, para dejar de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque se olviden ellas, yo no me olvidaré de ti.

Isaías 49:15

Por lo tanto, el hombre no está sujeto a la incertidumbre de las cosas, como si estas ocurrieran a la desventura e introdujeran confusión en su ambiente; el hombre tiene la suficiente atribución divina como para entender la Voluntad de Dios y advertir sobre lo que está sucediendo en su entorno.

Si es así, ¿Por qué tanta zozobra y confusión? La zozobra y confusión que asalta al entendimiento del hombre se debe a que él no ha querido tener a Dios en su noticia, es decir, no ha querido contar con la aprobación de Dios sobre las actividades que desarrolla, en muchos casos le importa poco lo que Dios pueda pensar al respecto, el apóstol Pablo lo señala adecuadamente en su epístola,

Y como a ellos no les pareció tener a Dios en su noticia, Dios los entregó a una mente depravada, para hacer lo que no conviene,

Romanos 1:28

Y ello incluye también a los hombres y mujeres de fe ¿Cómo? ¿Cómo es posible que un hombre y mujer de fe no quiera tener a Dios en su noticia?

La respuesta nos sorprenderá; el hombre y la mujer de fe son levantados por el Espíritu para cumplir misiones divinas sobre la tierra, no es hacer por hacer, sino hacer aquello que les es encomendado a hacer, en el tiempo y espacio que les corresponde. Cuando un hombre y mujer de fe no hacen lo que se les ha encomendado a hacer, sus obras son vanas, carecen de valor espiritual y por lo tanto, sacan a Dios de su noticia, aunque sus obras sean incluso relativas al Reino de Dios.

No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos: mas el que hiciere la voluntad de mi Padre que está en los cielos.

Mateo 7:21

El propósito de la Vida de Fe no es arriesgarse a hacer y/o alcanzar lo difícil o lo imposible, la fe no consiste en ‘logros’; el propósito de la Vida de Fe es establecer sobre la tierra la instrucción de la Palabra, de allí que discípulo del Señor no es el que asiente a la enseñanza de Jesús, ni mucho menos el que la divulga; discípulo es el que establece la enseñanza de Jesús, el que la sigue y la establece en su vida, y sigue confiando, creyendo que Él ha sometido todo bajo nuestros pies, para gobernar, para establecer Verdad, para ser luz a las naciones, para instruir en Justicia, para decir a quienes no creen, no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios será contigo en donde quiera que fueres.


No es lo que hagas, o cuánto tú hagas, por el Señor lo que importa, sino que hagas lo que Él te mandó a hacer. No vaya a resultar que hagas cosas que Él no te pidió que hicieras.


Este no es tiempo de incertidumbre, es tiempo para que nazca una generación profética de hombres y mujeres de Fe, para que por su convicción, decisión y acción, le den cumplimiento a la Palabra establecida en la Creación del primer día: SEA LA LUZ,


El sol nunca más te servirá de luz para el día, ni el resplandor de la luna te alumbrará; sino que Jehová te será por luz perpetua, y el Dios tuyo por tu gloria.

Isaías 60:19

Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, y levántate de los muertos, y te alumbrará Cristo.

Efesios 5:14


Las citas bíblicas son tomadas de la Versión Reina-Valera Antigua, 1909 (RVA)


Pastor Pedro Montoya

Twitter: @pastormontoya


Publicado por pastor Pedro Montoya

Life in Christ Jesus is the result of faith, of believing that Jesus of Nazareth is God incarnate and manifested as the Son of God, in order to, by His doctrine and example, reveal the way of reconciliation with the Creator whom He presented as the Father. Faith is a Revelation in itself, because no one can believe that God becomes man and maintains his status as God at the same time; faith is therefore the only way to find Jesus.

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