Aunque pareciera que ya hemos visto todos los aspectos del bautismo, queda todavía una pregunta por contestar: ¿tiene el bautismo en agua alguna virtud espiritual?
Hay una enseñanza presentada por el apóstol Pablo, poco discutida, que responde a la pregunta que nos hemos formulado, y nos ayuda a entender la virtud espiritual del bautismo en agua para los que se acogen a la fe en Jesús.
Se trata de la referencia que el apóstol hace del paso en seco por el mar del pueblo de Israel, una semana después de haber abandonado Egipto.
PORQUE no quiero, hermanos, que ignoréis que nuestros padres todos estuvieron bajo la nube, y todos pasaron la mar; 2Y todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en la mar; 1ra. Corintios 10:1,2
De acuerdo a esta Palabra, el apóstol establece que el paso en seco por el mar Rojo no fue una escapatoria emergente, un recurso de ultimo momento para huir del ejército egipcio que los perseguía, sino que se trató de una acción planificada de antemano por Dios mismo, para llevar al pueblo a la experiencia del bautismo en agua.
El relato del libro de Éxodo lo confirma, y refiere que Jehová Dios le explicó a Moisés lo que había dispuesto hacer, aunque a los ojos de todos pareciera que se trataba de una trampa en la que el pueblo mismo había caído:
Y HABLÓ Jehová a Moisés, diciendo: 2Habla a los hijos de Israel que den la vuelta, y asienten su campo delante de Pihahiroth, entre Migdol y la mar hacia Baalzephón: delante de él asentaréis el campo, junto a la mar. 3Porque Faraón dirá de los hijos de Israel: Encerrados están en la tierra, el desierto los ha encerrado. 4Y yo endureceré el corazón de Faraón para que los siga; y seré glorificado en Faraón y en todo su ejército; y sabrán los Egipcios que yo soy Jehová. Y ellos lo hicieron así. Éxodo 14:1-4
Se observa en el relato claramente lo que Jehová Dios había dispuesto en su Voluntad, como parte de la escuela profética en la que ha introducido al pueblo para enseñarlos acerca de cómo se camina con Dios.
A esta acción de la Voluntad de Dios es a la que el apóstol se refiere con el termino de, estas cosas fueron en figura de nosotros.[1] El termino traducido en figura es el termino griego τυποι, que significa no necesariamente algo “simbólico”, como muchas veces se ha interpretado, sino más bien, a una enseñanza establecida por analogía, mostrando con ello también el valor espiritual asignado a la experiencia del bautismo en agua.
El apóstol Pedro también utiliza la misma expresión τυποι, y se refiere con ello a modelo a imitar.
Y no como teniendo señorío sobre las heredades del Señor, sino siendo dechados de la grey. 1ra. Pedro 5:3
¿Por qué bautizarlos en la mar?, y por analogía, ¿Por qué necesario someternos al bautismo en agua para entrar al Reino de los Cielos?
¿Qué significó salir de Egipto? Jehová Dios le explicó a Moisés que Él había descendido para librarlos de mano de los egipcios,[2] por causa de sus angustias:
Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus exactores; pues tengo conocidas sus angustias. Éxodo 3:7
Jehová Dios comisiona a Moisés para que saque a su pueblo, y los libre de la aflicción de Egipto:
Y he dicho: Yo os sacaré de la aflicción de Egipto a la tierra del Cananeo, y del Hetheo, y del Amorrheo, y del Pherezeo, y del Heveo, y del Jebuseo, a una tierra que fluye leche y miel. Éxodo 3:17
Diez plagas son enviadas sobre Faraón y los egipcios para romper el yugo que Egipto había establecido sobre los hijos de Israel. La décima plaga descubre que se trata de juicio de Dios sobre las potestades espirituales de Egipto, que en realidad son las causantes de la aflicción de su pueblo:
Pues yo pasaré aquella noche por la tierra de Egipto, y heriré a todo primogénito en la tierra de Egipto, así en los hombres como en las bestias: y haré juicios en todos los dioses de Egipto. Yo JEHOVÁ. Éxodo 12:12
Cuando instituye la fiesta solemne de Pesaj, le explica al pueblo, de que todo lo que han sufrido es porque son librados de la muerte de Egipto:
Vosotros responderéis: Es la víctima de la Pascua de Jehová, el cual pasó las casas de los hijos de Israel en Egipto, cuando hirió a los egipcios, y libró nuestras casas. Entonces el pueblo se inclinó y adoró. Éxodo 12:27
Pero el pueblo, aunque libre, no había salido aun de Egipto. La presencia del gran ejército de Faraón quien aparentemente los había sitiado sacó a la luz lo que había en el corazón del pueblo:
11Y dijeron a Moisés: ¿No había sepulcros en Egipto, que nos has sacado para que muramos en el desierto? ¿Por qué lo has hecho así con nosotros, que nos has sacado de Egipto? 12¿No es esto lo que te hablamos en Egipto, diciendo: Déjanos servir a los egipcios? Que mejor nos fuera servir a los egipcios, que morir nosotros en el desierto. Éxodo 14:11-12
Allí es donde se descubre la Voluntad de Jehová Dios, y del porqué los llevó frente a la mar: para librarlos de quienes les habían inculcado semejante temor. Obsérvese la agenda de liberación:
Vrs.10 Y cuando Faraón se hubo acercado, los hijos de Israel alzaron sus ojos, y he aquí los egipcios que venían tras ellos; por lo que temieron en gran manera, y clamaron los hijos de Israel a Jehová.
Vrs.24 Y aconteció a la vela de la mañana, que Jehová miró al campo de los Egipcios desde la columna de fuego y nube, y perturbó el campo de los Egipcios.
Vrs.27 Y Moisés extendió su mano sobre la mar, y la mar se volvió en su fuerza cuando amanecía; y los egipcios iban hacia ella: y Jehová derribó a los egipcios en medio de la mar.
Vrs.28 Y volvieron las aguas, y cubrieron los carros y la caballería, y todo el ejército de Faraón que había entrado tras ellos en la mar; no quedó de ellos ni uno.
Vrs.30 Así salvó Jehová aquel día a Israel de mano de los Egipcios; e Israel vio a los Egipcios muertos a la orilla de la mar.
¿Qué significó el bautismo en agua para el pueblo de Israel? Significó la liberación total de sus enemigos:
Y vio Israel aquel grande hecho que Jehová ejecutó contra los egipcios: y el pueblo temió a Jehová, y creyeron a Jehová y a Moisés su siervo. Éxodo 14:31
Basado en este hecho quedó establecido para la posteridad que todo debía pasarse por agua, aquello que no soportare el fuego:
Todo lo que resiste el fuego, por fuego lo haréis pasar, y será limpio, bien que en las aguas de purificación habrá de purificarse: mas haréis pasar por agua todo lo que no aguanta el fuego. Números 31:23
Si el bautismo en la mar significó para el pueblo liberación de todos los que les perseguían, y el apóstol Pablo estableció la analogía de los hechos, porque dice:
…y son escritas para nuestra admonición, en quienes los fines de los siglos han parado. 1ra. Corintios 10:11
Entonces, el bautismo en agua tiene una virtud espiritual, la de ser recurso de liberación para quienes se acogen a la fe en Jesús.
Lo anterior se comprueba por el testimonio mismo del apóstol Pedro. El apóstol reconoce la virtud espiritual del bautismo en agua:
Los cuales en otro tiempo fueron desobedientes, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, cuando se aparejaba el arca; en la cual pocas, es a saber, ocho personas fueron salvas por agua. 21A la figura de la cual el bautismo que ahora corresponde nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como demanda de una buena conciencia delante de Dios,) por la resurrección de Jesucristo. 1ra. Pedro 3:20,21
Lo anterior significa que nadie que haya reconocido a Jesús como Señor, y se haya bautizado en agua, necesitaría someterse a liberación, pues habría recibido liberación mediante el bautismo en agua. La enseñanza presentada por el apóstol Pablo lo confirma.
Pero no en todos lo anterior es cierto. Los ministros de liberación sabemos que muchas veces hemos visto casos de liberación en gente de fe que a pesar de no haber incurrido en pecado resultan reaccionando a una ministración de liberación. La pregunta es, ¿Por qué?
La respuesta es sencilla. Porque en muchos casos no hemos bautizado correctamente a las personas. El caso contundente del caso de los discípulos de Efeso lo confirma:
Y ACONTECIÓ que entre tanto que Apolos estaba en Corinto, Pablo, andadas las regiones superiores, vino a Efeso, y hallando ciertos discípulos, 2Díjoles: ¿Habéis recibido el Espíritu Santo después que creísteis? Y ellos le dijeron: Antes ni aun hemos oído si hay Espíritu Santo. 3Entonces dijo: ¿En qué pues sois bautizados? Y ellos dijeron: En el bautismo de Juan. 4Y dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en el que había de venir después de él, es a saber, en Jesús el Cristo. 5Oído que hubieron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús. Hechos 19:1-5
Aunque habían sido bautizados en agua, a la manera del bautismo de Juan, no habían trascendido espiritualmente, y Pablo inmediatamente reconoció cual era el problema: no habían sido bautizados en el nombre del Señor Jesús.
Lo mismo está aconteciendo en nuestros días. Un bautismo en agua no basado en las instrucciones de la Palabra, es un bautismo sin trascendencia espiritual, un bautismo religioso pero sin virtud espiritual como para hacernos andar en novedad de vida. La liberación que está disponible para los hijos de la fe, por cuanto es el pan de los hijos, no se ejecuta, y tenemos muchos hijos mendingando migajas, sujetos a los demonios que operan en los dioses paganos que operan en sus entornos.
No hay demanda de una buena conciencia, y por lo tanto, el viejo hombre sigue tan vigente como el momento antes de la confesión de fe. Los dioses a los cuales se sirvieron por muchos años siguen aún vigentes, demandando la adoración que anteriormente se les rendía. Razón por la cual hay tantas y tantas caídas, y poca perseverancia de quienes se acercan a nuestras iglesias.
La enseñanza traída por el Espíritu establece la virtud del bautismo en agua, en el nombre del señor Jesús:
¿O no sabéis que todos los que somos bautizados en Cristo Jesús, somos bautizados en su muerte? 4 Porque somos sepultados juntamente con él a muerte por el bautismo; para que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en novedad de vida. 5 Porque si fuimos plantados juntamente en él a la semejanza de su muerte, así también lo seremos a la de su resurrección: 6 Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre juntamente fue crucificado con él, para que el cuerpo del pecado sea deshecho, a fin de que no sirvamos más al pecado. 7 Porque el que es muerto, justificado es del pecado. 8 Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él; 9 Sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de entre los muertos, ya no muere: la muerte no se enseñoreará más de él. Romanos 6:3-9
¿Qué nos conviene hacer? ¿Seguir en las doctrinas religiosas en las que fuimos enseñados, o volvernos al Dios Todopoderoso, dador de toda buena dadiva, y vivir por su Palabra?
TOMADO DEL LIBRO «El Bautismo en Agua… Rito, Tradición o un Acto Espiritual»
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Pastor Montoya
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[1] 1ra. Corintios 10:6
[2] Éxodo 3:8