¿Puede el justo ser abatido y ser tratado en la vida lo mismo que es tratado un impío?
¿Puede Dios permitir que el justo padezca sin realmente haber justa causa?
¿Puede Satanás tener acceso a un justo y afectar su entorno, sus propiedades y aun su misma familia?
Las contaminaciones que se adquieren de forma ingenua, por las costumbres populares, por los hábitos paganos, aun por conversaciones obscenas, son la principal causa de la autoridad que Satanás adquiere para afligir y oprimir a los justos.