No hay duda de que Dios habla, el problema es cómo entender lo que me dice. La epístola a los Hebreos nos advierte de que Dios habla de muchas maneras, pero no todos hemos desarrollado un expertise para entender lo que Dios nos está hablando.
El ejemplo claro lo tenemos en los sueños de José. Fueron mensajes claros de Dios a José, advirtiéndole de tiempos, y cómo medirlos, pero José entendió que Dios le estaba informando que un día él estaría sobre sus hermanos, y sobre sus padres.
Le invito a escuchar del tema.